Impacto ha generado en la comunidad educativa de la Escuela D-85 de Antofagasta, la denuncia de dos niños de 11 años, quienes acusan haber sido abusados sexualmente de un compañero del mismo curso, un adolescente de 15 años.

Los hechos se habrían iniciado desde el pasado 15 de abril, cuando dos apoderadas acudieron hasta la Dirección, para atestiguar e informar por separado, de una escena de connotación sexual ocurrida en una de las canchas del establecimiento.

Producto de ello, las autoridades del colegio estamparon una denuncia -previa aprobación de la Municipalidad de Antofagasta- ante la Policía de Investigaciones (PDI) para esclarecer lo sucedido.

La investigación apunta como autor de los ilícitos a un joven de 15 años, quien por orden judicial se encuentra cursando 6º Básico, bajo un tratamiento psiquiátrico. El mismo ya había sido acusado por cargos similares, los que no habrían sido informados previamente a la escuela, según informó El Mercurio de Antofagasta.

El director convocó a los involucrados, quienes negaron todo lo ocurrido, sin embargo una de las apoderadas llevó a uno de los niños hasta un recinto médico, donde se comprobó una lesión atribuible a un abuso sexual. Esto motivó que de manera particular, la madre realizara una denuncia en la PDI.

De acuerdo a la versión del medio local, las víctimas y el agresor confesaron posteriormente lo ocurrido ante efectivos de la Brigada de Delitos Sexuales y de Menores (Brisexme).

El comisario de la Brisexme, Rodrigo Villarroel, indicó que el caso está siendo indagado por orden del Ministerio Público bajo el delito de abuso sexual, sin embargo podría cambiar la figura legal a violación, con lo cual el acusado sería juzgado bajo la Ley de Responsabilidad Adolescente.

El director de la Escuela D-85, Carlos Guerra, evidenció su preocupación por lo ocurrido, ya que “apoderados han tomado una actitud violenta contra el colegio”. Ante ello, la asistente social del establecimiento ha acordado una serie de reuniones con los menores y apoderados, a fin de explicar y calmar los ánimos.