De acuerdo a lo señalado por el periódico británico, Daily Mail, las mujeres se enteraron de la trágica noticia a través de la televisión.

Rachel y Heidi McFarland son oriundas de Ankeny, Iowa en Estados Unidos. En su sueño por ser madres, decidieron adoptar un bebé para formar una familia; y así lo hicieron luego que se les diera la oportunidad de hacerse cargo de Gabriel, un niño de una adolescente de 16 años.

Tanto fue el compromiso de las mujeres con el pequeño, que al momento de nacer fueron ellas mismas las que cortaron el cordón umbilical y lo llevaron posteriormente a vivir al nuevo hogar durante 3 meses.

Sin embargo, luego de este período, la madre biológica de Gabriel revocó la medida de adopción y decidió llevarse al bebé y alejarlo de Rachel y Heidi, justo cuando estaba por finalizar el tiempo de prueba para cambiar de opinión sobre renunciar a su hijo.

Si bien ambas habían apoyado financieramente a la madre durante su embarazo y estuvieron con ella en cada cita con el médico, siempre tuvieron la precaución de preguntarle a la joven si quería seguir adelante con la adopción, a lo que ella respondió que ‘sí’.

Pero luego de un mes ocurrido el alejamiento, la pareja se enteró a través de un noticiero que el niño -al que habían cuidado por 3 meses- había muerto trágicamente. “Es como si nos lo hubiesen quitado nuevamente”, declaró Rachel McFarland al canal de TV de Des Moines Register.

Los oficiales de la policía y los médicos respondieron a una llamada al 911 desde un departamento en Chaffee a las 8:20 pm de este martes, donde se informaba de un bebé que no tenía signos vitales, de acuerdo a lo indicado por la policía.

La madre de Gabriel, lo había dejado en el departamento de su padre adolescente por un par de horas mientras ella salía a realizar unas diligencias. Sin embargo, minutos más tarde recibió la llamada de una amiga, quien le avisó que algo raro sucedía en el departamento. La joven rápidamente regresó al lugar y encontró a su hijo sin vida en una silla, presuntamente por una negligencia del padre.

Las McFarlands, tras enterarse, declararon estar devastadas e incluso señalaron que estaban aprendiendo el lenguaje de señas, debido a que el bebé había nacido sordo de un oído y era muy probable que con el paso de los años perdiera la audición completamente.

La pareja explicó sentirse frustrada, ya que su relación y su forma de vivir fueron examinadas completamente, hecho que no ocurrió con la vida y el hogar de la madre biológica de Gabriel. “El tema es que se nos ha investigado. Nuestro estilo de vida ha sido examinado detenidamente; las personas que están en nuestras vidas han sido examinadas, dijo Rachel al canal de televisión WHOTV.com.

Sin embargo, Rachel y Heidi indicaron que no se dejarán vencer por lo sucedido y que pese a la muerte de Gabriel, insistirán en la adopción y efectuarán todos los trámites para volver a ser madres.

Cabe señalar que Weehler-Smith podría enfrentar cargos adicionales por la muerte del menor, una vez que se den a conocer los resultados de la autopsia.

WHOTV.com

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