En un cuarto sin ventanas o conexión con el exterior, sin baño y sin cama, con un pie amarrado para evitar cualquier intento de escape fue como encontraron a un menor de 13 años de nombre Faisal en la localidad de Taurirt, al norte de Marruecos. El niño habría sido encerrado por sus padres, los que fueron detenidos cuando el niño vio por primera vez en años a un extraño.

La madre del menor intentó explicar la razón por la que tenían atado a su hijo. Según manifestó, los vecinos se quejaban por su agresividad cuando solo tenía 7 años de edad, ya que los “atacaba”.

Los padres recorrieron hospitales de todo el norte del país, sin encontrar especialista que pudiera hacerse cargo de Faisal por el difícil carácter. Por lo anterior, la familia del niño le administró lo único que los doctores se atrevieron a recetar: pastillas.

La madre declaró al diario Ajbar al Yaum que no contaban con los recursos suficientes para internar a Faisal, quedando sin más posibilidades que encerrarlo en su casa.

Este caso, según ABC, fue llevado a la luz gracias a un reportaje subido a Youtube, donde se mostraba el espacio en el que el menor vivía. El vídeo se viralizó de tal manera que un centro especializado en enfermedades mentales le abrió sus puertas.

Mientras, el hermano del niño sigue detenido por la policía local junto a su madre, pero debido a su vejez, el padre fue liberado tras un breve arresto.

Así como este caso, existen otros que han ocurrido en el país debido a las mínimas condiciones de salud pública que existen en Marruecos.

Durante el 2012, el Consejo Nacional de Derechos Humanos calificó las cifras por enfermedades mentales como “alarmantes”, por la escasa cantidad de médicos especialistas, mal funcionamiento y estado de los recintos hospitalarios.

Según el medio español, los niños con retraso mental han estado constantemente sufriendo este tipo de situaciones. Hace algunos días ocurrió algo parecido en Perú, donde un niño con enfermedades mentales fue encerrado con una soga atada a su cuello.