El Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia dio de baja este jueves a 702 militares de menor rango, acusados de “sedición y motín”, después de una protesta del sector en demanda de reformas institucionales y tras quejarse de discriminación racial.

El mando único de las tres armas -Ejército, Aviación y Armada- informó que la baja se debe a que los insubordinados que tomaron parte de los reclamos están “cometiendo actos de sedición y motín”, además de “realizar acción política y atentar contra la dignidad y honor de las Fuerzas Armadas”.

Según el comunicado, “los suboficiales y sargentos que han desconocido los principios constitucionales que rigen la organización, funcionamiento y disciplina de las Fuerzas Armadas, son sancionados conforme a leyes y reglamentos militares”.

Los militares comenzaron el lunes con sus protestas públicas, pues se quejan que hay discriminación racial y profesional en la institución, fundada junto a la república en 1825, y plantearon reformar su ley sectorial.

En la institución armada los sargentos suelen ser de origen aymara o quechua, mientras que los oficiales y jefes son mestizos, una división racial histórica que se mantiene sin resolver.

Este jueves los uniformados engrosaron su presión, con una nueva marcha callejera de unas 4.000 militares, a la que se sumaron una veintena de indígenas aymaras, de la organización “ponchos rojos”, aliada del presidente indígena Evo Morales.

Gobierno dispuesto a atender pedidos

Las Fuerzas Armadas dieron de baja previamente a 13 militares, cabecillas de los reclamos, a los que se sumaron este jueves 381 del Ejército, 300 de la Fuerza Aérea y 21 de la Armada, mientras el gobierno abrió la posibilidad de atender los pedidos, aunque cuestionó los reclamos públicos.

El Comando de las FFAA, en el comunicado, acotó que “dentro del ámbito militar el mantenimiento de la disciplina es fundamental, porque permite el mantenimiento del orden, la unidad y eficacia de la estructura militar”.

Los reclamos de los militares de bajo rango reflejan la histórica división racial dentro de las FFAA.

Los sargentos se forman en una escuela para suboficiales, mientras que los oficiales y jefes estudian en la academia militar. Los primeros son principalmente aymaras y quechuas, mientras que los segundos mestizos. Los suboficiales también se quejan de que por sus grados no se les permite formarse en institutos militares superiores.

Los militares de bajo rango son unos 10.000 y -según sus dirigentes- un 90% está en huelga, mientras que el gobierno dice que sólo son un 10%. En las FFAA hay un total de 38.500 efectivos.