Ataques aéreos realizados durante una importante operación conjunta de Estados Unidos y Yemen, causaron entre el sábado y el domingo en este último país, la muerte de unos 68 presuntos miembros de Al Qaida, según las autoridades yemeníes.

El ministerio del Interior yemení indicó el lunes que el principal ataque, dirigido contra un campamento de entrenamiento de Al Qaida en la Península Arábiga (AQPA) en la provincia de Abyan, causó la muerte de 55 personas este domingo.

Un alto funcionario yemení afirmó que los ataques se llevaron a cabo como consecuencia de “informaciones que indicaban que Al Qaida preparaba atentados contra instalaciones vitales, militares y de seguridad, y contra intereses extranjeros en Yemen”.

Se trata de “una operación sin precedentes” iniciada el sábado, agregó, precisando que se usaron aviones no tripulados, en una región en la que Estados Unidos es el único país que dispone de drones.

Un responsable local había anunciado previamente que tres miembros de Al Qaida, entre ellos un jefe de la red, habían muerto en la noche del domingo en un ataque de drones en la provincia de Chabwa.

Según estimaciones oficiales, 10 miembros de la red yihadista murieron el sábado en un primer ataque en la región central de Baida, al ser alcanzados por disparos de un drone.

Tres civiles muertos

Tres civiles que se hallaban en un automóvil que pasaba cerca de la zona del ataque también murieron, según estas estimaciones.

Los drones fueron muy utilizados el año pasado para ayudar a las autoridades yemeníes en su lucha contra Al Qaida, matando a decenas de personas sospechosas de pertenencia a la red yihadista, pero también a civiles.

En marzo, el presidente yemení, Abd Rabo Mansur Hadi, defendió la utilización de aviones teleguiados. “Nos vemos obligados a recurrir a los drones para limitar las actividades de Al Qaida y los movimientos de sus miembros”, señaló.

Sin embargo, reconoció “errores limitados” en el uso de esos aparatos, pero precisó que las bajas eran “mayores con el empleo de la aviación yemení” contra Al Qaida.

Las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos han denunciado en varias ocasiones la muerte de civiles en este tipo de ataques.

Pese a los repetidos golpes sufridos, la rama yemení de Al Qaida es la más peligrosa y la más activa, según Estados Unidos.

En un reciente video, el jefe de Al Qaida en la Península Arábiga, Naser al Wahichi, afirma que la “guerra contra los cruzados debe seguir en todo el mundo” en una clara alusión a los países occidentales que luchan contra la red yihadista.

Cabe señalar que Al Qaida aprovechó un debilitamiento del poder central en 2011, en plena insurrección popular contra el ex presidente, Alí Abdalá Saleh, para reforzar su influencia en el sur y el este de Yemen, donde agrupó a sus partidarios.