El proceso de sacar los pañales de nuestros hijos y confiar en que controlarán su esfínter es siempre una preocupación para los padres. De modo de solucionar en gran medida este problema la kinesióloga del Centro Mi Intimidad, Carolina Silva, entregó algunos consejos para enfrentar el retiro de los pañales que, según la especialista, debiera producirse a los 2 años de vida.

Para comenzar, Silva asegura que hay que verificar si el pequeño “se encuentra en una edad en la cual ya ha alcanzado desarrollo y maduración en el sistema motor, sistema fisiológico de la continencia y en el aspecto emocional”. Una vez comprobado este primer paso, los padres deben poner atención en algunas características:

1) El niño permanece seco por más de 2 horas.

2) Se siente incómodo con los pañales.

3) Tiene deposiciones regulares.

4) Pide usar la bacinica o el sanitario.

5) Puede seguir instrucciones simples.

6) Puede ir y volver del baño y desvestirse con algo de ayuda.

7) Puede mantenerse sentado.

8) Muestra interés por imitar comportamientos de los adultos.

Si tu hijo cumple con la mayoría de estos requisitos entonces está listo. La especialista asegura también que todos los mecanismos excretorios van mejorando por separado.

Primero, el control intestinal nocturno, luego el diurno y en forma paralela el de la orina. Lo primero que debemos hacer es “ubicar la bacinica en un solo lugar de la casa y no trasladarla de un lado a otro, ya que será más fácil que el niño asocie el lugar de eliminación si se establece un lugar definido”.

A eso se suma que los padres pueden imitar sonidos naturales de la evacuación en presencia de los niños para fomentar el proceso y evitar hablarles para no desconcentrarlos. Por lo mismo, es mejor realizar gestos para saber si ya terminó o si necesita algo más.

La kinesióloga también agrega que es importante establecer una rutina: estimular al niño para que orine cada 2 horas puede ser una buena práctica. Una vez que el menor se sienta sobre la bacinica, los padres deben ayudarle a ubicarse sobre ella para que sus músculos se relajen. Asimismo, deben tener sus pies ubicados en una superficie lisa.

Cosas que nunca debes hacer…

1) Nunca se debe enojar por los accidentes que puedan ocurrir durante el proceso de entrenamiento en el control de esfínteres.

2) No se debe castigar al niño por mojarse o ensuciarse fuera del baño.

3) No se debe dejar al niño más de 10 minutos en la bacinica /inodoro.

4) Nunca obligarlo a ir al baño con gritos o regaños.

Por último, Silva agrega que para iniciar con el entrenamiento debe procurarse disminuir alimentos líquidos 2 horas antes de que el niño vaya a dormir. “Despertarlo no más de 1 vez por la noche para que vaya al baño, premiar las noches secas y llevar un calendario de noches secas y mojadas”. Así, la rutina puede transformarse en algo divertido para tu hijo o hija.