El canciller brasileño Luiz Alberto Figueiredo afirmó el miércoles que hay “avances importantes” en el diálogo que arrancó la semana pasada entre el gobierno y la oposición de Venezuela, pero dijo que por ahora está descartada una ley de amnistía amplia.

“Hubo avances importantes en la reunión de ayer” martes, indicó Figueiredo en rueda de prensa en Brasilia, horas después de llegar de Caracas, donde participa de este proceso de diálogo junto a otros cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el nuncio apostólico.

El gobierno del presidente Nicolás Maduro y la coalición opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) iniciaron la semana pasada un proceso de diálogo en procura de poner fin a más de dos meses de protestas antigubernamentales que han dejado 41 muertos y 600 heridos.

Hablar de amnistía “es prematuro” y por lo pronto está descartado liberar a todos los detenidos de estos meses, indicó Figueiredo.

“No hay intención del gobierno, por lo menos por el momento, de tener una ley de amnistía, pero sí hay una disposición de ver casos específicos (…) Hay buena voluntad del gobierno a examinar casos”, específicamente de los estudiantes detenidos en las manifestaciones, precisó el canciller.

El responsable aclaró que tanto la oposición como el gobierno “están de acuerdo en que las personas que hicieron uso de armas, causaron daños a la vida, cometieron delitos violentos, continúen en la cárcel”. “No se puede pensar en términos de amnistía amplia, ni la oposición pide eso”, añadió.

El caso del opositor Leopoldo López, líder de Voluntad Popular y preso en una cárcel militar, “no fue tratado”, sino que se hizo “referencia genérica” a las detenciones.

Además hay dos alcaldes opositores detenidos.

Otra reunión posiblemente ocurrirá la próxima semana, aunque todavía sin fecha, dijo Figueiredo.

Para el canciller, la Unasur ha mostrado “gran vigor” y ha sido “un espacio de concertación política” capaz de encontrar “soluciones propias” a los problemas en la región. Consideró también “fundamental” la participación del Vaticano y elogió una carta del papa llamando a la paz y al diálogo.

Figueiredo consideró como avances en el diálogo venezolano que ambos actores declararan “condena total y completa a la violencia, venga de donde venga”, así como respeto a la constitución y un acuerdo para crear una comisión de la verdad que investigue muertes y denuncias de abusos a violaciones a los derechos humanos ocurridos en las protestas de los últimos meses.