Tras cuatro años y medio, Colo Colo se tituló campeón del torneo local, sumando la estrella 30 a su palmarés.

Pero, para alcanzar este logro, la directiva del Cacique debió cambiar su enfoque, dejar de mirar al extranjero y entregarle la confianza a un hombre de casa como Héctor Tapia, miembro de las divisiones inferiores y encargado de cumplir con la misión de retomar el camino de los títulos.

Tapia debutó como técnico interino el 20 de octubre de 2013, acompañado por Miguel Riffo como asistente, en el triunfo sobre la hora ante Cobreloa, por la undécima fecha del torneo de Apertura. En ese certamen Tito firmó un registro de 4 victorias, 1 empate y 2 derrotas, con un 61,9% de rendimiento.

Esos números, más las buenas sensaciones que dejó dentro de la cancha, hicieron que Blanco y Negro confirmara a la dupla técnica en diciembre del año pasado, estableciendo un objetivo claro: ir definitivamente a la pelea por la corona del Clausura, lo que finalmente consiguió.

Pero la labor del DT de 37 años no sólo se queda en lo numérico. Primero mostró decisión al momento de formar el plantel, mostrando firmeza al momento de solicitar el arribo de Esteban Paredes y rechazando las opciones que la directiva le ofrecía en ataque.

Otro aspecto destacado fue el espacio y confianza que les dio a jugadores de casa. Bajo su mandato, Esteban y Luis Pavez fueron titulares cabales, mientras Juan Delgado y Claudio Baeza sumaron minutos como alternativas válidas. Si a eso se le suman las participaciones de jugadores como Camilo Rodríguez, Dylan Zúñiga o Nicolás Orellana, se puede establecer la importancia que este aspecto tiene para el técnico.

Por último, destaca la identificación de la hinchada con el estilo de juego de ataque que le permitió a los albos alzarse con la victoria, lo que quedó demostrado con la importante asistencia de público que asistió al Estadio Monumental y en cada recinto donde se presentaron, quienes dejaron en claro su sintonía con la labor del equipo.

Las características antes mencionadas más su juventud, hacen de Héctor Tapia uno de los artífices del campeonato colocolino y uno de los entrenadores con mayor proyección de nuestro medio.