Los gitanos son cada vez más víctimas de violencia en Europa, y los gobiernos no se han dado cuenta del alcance del problema, denuncia Amnistía Internacional en un informe publicado este martes con motivo del Día Internacional del Pueblo Gitano.

“Los gobiernos son reacios a reconocer la amplitud del problema, y a la hora de combatirlo se muestran poco reactivos”, estima Marco Perolini, investigador de AI.

En Francia, el informe critica en particular el papel de la policía, a la que acusa de “acosar” a esta minoría, por haber desmantelado el año pasado 165 campamentos en los que vivían unos 20.000 gitanos.

La organización acusa también a las fuerzas del orden francesas de no proteger lo suficiente a los gitanos, y de no investigar de forma sistemática para encontrar a los autores de agresiones contra esta comunidad.

Amnistía critica también a la República Checa, donde unos grupos de extrema derecha organizaron en 2013 manifestaciones contra los gitanos, sin que las autoridades lo condenaran claramente. En la ciudad de Duchcov, la alcaldesa participó incluso en una de esas concentraciones, según la organización.

En Grecia, el informe acusa a la policía de no intervenir durante un ataque a la comunidad gitana de Etoliko (oeste) en enero de 2013, cuando unos individuos lanzaron cócteles molotov y piedras a casas de romaníes.

Amnistía pide por ello a los gobiernos que la policía no haga un uso desproporcionado de la fuerza en los desalojos de campamentos, que se persiga con más eficacia a los autores de actos racistas y se hagan estadísticas sobre la violencia contra los gitanos.