Esperando lluvias diluvianas y nevazones cerradas para lograr recuperarse, el Lago Laja cada día agota sus recursos, generando efectos colaterales aguas abajo.

Aunque para el Gobierno este es un problema de privados, a esta altura todos proponen soluciones para evitar el colapso de un cuerpo de agua que Endesa califica como artificial y para el resto de las personas, siempre ha sido natural.

Crónica y fotografías del periodista Sergio Osses:

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