El gobierno haitiano y la ONU iniciaron una campaña de ayuda para hacer frente a la sequía que afecta el noroeste de Haití, por la situación de inseguridad alimentaria aguda.

Una delegación conjunta del gobierno y Naciones Unidas viajó la semana pasada a las localidades afectadas, en las que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) distribuyó 1.500 toneladas de productos alimenticios a 164.000 personas en situación vulnerable, principalmente mujeres y niños.

“La situación es preocupante, se necesita asistencia alimentaria y nutricional urgente, pero una respuesta a más largo plazo es necesaria”, dijo Peter de Clercq, coordinador residente humanitario de la ONU y responsable adjunto de la misión del organismo en Haití.

El gobierno haitiano, por su parte, se manifestó “particularmente preocupado” por la situación en el noreste del país.

“Hacemos un llamado a una mayor contribución de los socios de Haití para dar una respuesta duradera a la situación en el norte, en el marco global de la lucha alimentaria que sigue afectando a 600.000 personas en el país”, dijo a través de un comunicado Hébert Docteur, asesor del primer ministro haitiano para la seguridad alimentaria.

Según estadísticas oficiales, 43% de los hogares del departamento del noroeste sufren inseguridad alimentaria, contra una media nacional de 30%. En ciertas localidades el índice de malnutrición alcanza el 4,9%.