Una sorpresiva situación se vivió en el Metropolitan Ópera House, MET, cuando por la madrugada la intérprete soprano Anita Hartig se sintió indispuesta y debió ser reemplazada de improviso por la cantante letonesa Kristine Opolais, la que destacó con su rol protagónico en “La Boheme” de Giacomo Puccini, el que fue transmitido vía satélite este sábado en el Teatro Nescafé de las Artes.

Esta insólita noticia fue anunciada por el gerente general del MET, Peter Gelb, quien explicó el malestar que imposibilitó a Hartig de su actuación y que, por consecuencia, debió solicitarle a la brevedad la participación a Kristine Opolais, pese a haberse presentado recientemente en “Madama Butterfly”, también de Puccini.

La soprano sustituta logró, pese a su cansancio, conmover a los más de seis millones de espectadores de los cinco continentes con su improvisada, pero sentida participación.

Tras su paso por el escenario se develó que luego de solo dos horas de sueño Opolais fue notificada por Gelb, rechazando en primera instancia su propuesta inusual, cambiando en un par de minutos su opinión. La letonesa de 34 años, posterior a su interpretación de Mimí en “La Boheme”, se convirtió en la primera cantante en efectuar dos grandes debuts de roles dentro de un día.

Cuando el telón cayó, Opolais se cubrió la cara y cayó de rodillas al escenario abrumada por la emocionante ovación de cinco minutos que recibió por parte de más de 4.000 personas en la Casa Metropolitana de Ópera, además de la transmisión vía satélite en alrededor de 92.000 en salas de cine en América del Norte y 110.000 más en 32 países en Europa, África, Asia, América Latina y el Caribe, siendo una de ellas el Teatro Nescafé de las Artes en Chile.

Cabe destacar que pese a que Kristine había participado antes como Mimí, no lo hacía desde hace más de un año, siendo su última presentación en el Teatro de la Ópera estatal de Viena.

En tanto, la ópera “La Boheme” tuvo un amplio y reconocido éxito donde el público se emocionó y suspiró ante su triste y romántico argumento, sumados a la excelencia de la interpretación de cantantes solistas y coros que se desplazaron en una completa escenografía acompañada por una correcta conducción tanto orquestal como teatral.

La obra contó con un emocionante reparto de estrellas jóvenes en la producción de la obra clásica de Franco Zeffirelli. El tenor italiano Vittorio Grigolo encarnó al apasionado escritor Rodolfo, donde destaca su “Che Gelida manina”, mientras que Kristien Opolais, encarnó, a su amante gravemente enferma, resaltando su aria “Mi Chiamano Mimí’.

En el elenco también tuvieron protagonismo el barítono italiano Massimo Cavalletti (Marcello), la soprano estadounidense Susanna Phillips (Musetta), con su famoso ‘Vals’, el bajo barítono estadounidense Patrick Carfizzi (Schaunard); el bajo, también estadounidense, Oren Gradus (Colline) y el barítono escocés Donald Maxwell (Benoit / Alcindoro), bajo la dirección del italiano Stefano Ranzaniy.