Tras el terremoto de magnitud 8.2 ocurrido durante la tarde del martes, se produjo una salida de mar que abarcó unos 200 metros en los sectores costeros de Iquique. Uno de los lugares afectados fue el terminal de buses de la ciudad, que terminó con la losa inundada tras la llegada de las primeras olas.

Lo anterior según confirmó Luis Cortés, jefe de Gabinete del alcalde Jorge Soria, que además dio a conocer que no se registraron daños humanos ni materiales.

Cortés explicó a Agencia UPI Chile que la población “se comportó muy bien debido a los ensayos que se efectuaron en los años anteriores; siguió las recomendaciones de las señaléticas, e incluso la gente evacuó antes que sonaran las sirenas. Con ese comportamiento se evitaron accidentes”.

Durante la jornada del miércoles, se han realizado evaluaciones de los daños físicos en la zona, y se informó preliminarmente que el casco antiguo se encuentra en buen estado, a diferencia del sector sur de la ciudad, donde hubo desprendimiento de muros.