Los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 son, sin dudas, uno de los más recordados de la historia deportiva a nivel global.

Y es que la justa planetaria dejó uno de los momentos más sorprendentes y espectaculares del deporte, que tuvo como principal protagonista a una niña de 14 años.

Fue en la gimnasia artística cuando Nadia Comaneci, la representante de Rumania que ya había encantado en el torneo juvenil de la especialidad disputado un año antes en Noruega, quien con su pequeño cuerpo y una dificultosa rutina demostró que la perfección es posible en esta actividad.

Lo anterior, porque con 40 kilos y un metro con 48 centímetros de estatura la menor alcanzó sobre las barras asimétricas el primer ’10′ (en esos tiempos la máxima calificación) de la historia de la gimnasia en las Olimpiadas, algo totalmente inesperado considerando que las grandes potencias eran Estados Unidos y Rusia inmersos en su ‘guerra fría’.

Sin ir más lejos, el hecho fue tan imprevisto que el propio marcador del puntaje no estaba capacitado para mostrar un 10, ya que supuestamente la perfección era inalcanzable.

Por lo mismo, también en los registros históricos quedó cuando la televisión mostró el tablero y se puso observar un “1,00″, que en realidad significó un 10 y como consecuencia una medalla de oro.

Pero ese no sería el único logro de Comaneci en aquel evento. De hecho, la deportista registró siete veces más el puntaje ideal y ello fue suficiente para colgarse dos preseas doradas más, otra de plata y una quinta de bronce.

A continuación, te invitamos a revisar las imágenes de la rutina perfecta de Nadia Comaneci.

http://youtu.be/4m2YT-PIkEc