La popularidad del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff cayó a 36%, siete puntos menos que en noviembre, reveló el jueves la tradicional encuesta Ibope encomendada por la Confederación Nacional de la Industria.

A siete meses de las elecciones generales de octubre, el sondeo muestra que la popularidad de Rousseff paró de crecer y vuelve a acercarse al 31% de julio, cuando ésta se derrumbó tras multitudinarias protestas callejeras.

En la última encuesta Ibope de noviembre, la popularidad del gobierno de Rousseff había escalado a 43%.

También aumentaron entre noviembre y marzo, de 20 a 27%, los brasileños que consideran su gestión mala o muy mala.

Hace exactamente un año, antes de perder puntos, la popularidad de Rousseff estaba en su punto álgido, en 63%.

“El descontento aumentó más en relación a las políticas económicas, lo que refleja una mayor preocupación con la inflación y el desempleo”, señala la encuesta.

La popularidad de Dilma comenzó a caer debido precisamente al repunte de la inflación. Y se derrumbó con las multitudinarias protestas callejeras de junio, durante la Copa Fifa Confederaciones, en reclamo de mejores servicios de salud, educación y transporte y contra los millonarios gastos públicos para la Copa del Mundo de este año.

La popularidad de los principales políticos del país cayó con esas protestas.

Una encuesta también del Instituto Ibope divulgada la semana pasada indicaba que Rousseff se mantiene favorita para la reelección en octubre, con 40% de la intención de voto, contra 13% del socialdemócrata Aécio Neves y 6% del socialista Eduardo Campos.