El presidente estadounidense, Barack Obama, reunió este lunes a sus aliados del G7 en La Haya para preparar una respuesta a Rusia por su anexión de Crimea, donde el rublo comenzó a circular y las últimas tropas ucranianas comenzaron a retirarse de la península.

Al mismo tiempo, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, se reunió con su homólogo interino ucraniano, Andrii Deshchytsia, al margen de la tercera cumbre de seguridad nuclear (NSS) que se organiza en esta ciudad.

Se trata del primer encuentro de altos responsables rusos y ucranianos desde que comenzó la crisis hace tres semanas.

Lavrov debe también reunirse este lunes con su homólogo estadounidense John Kerry en lo que será el primer encuentro desde que Washington adoptó nuevas sanciones contra responsables rusos y que éstos respondieron también con sanciones.

En el terreno, tropas rusas tomaron por asalto una base militar ucraniana en Feodosia (Crimea), en donde evacuaron a los militares leales a Kiev y las autoridades de la península anunciaron la puesta en circulación del rublo.

- EEUU “muy inquieto” -

Al llegar a Holanda este lunes por la mañana, el presidente estadounidense advirtió que Washington y Europa harán pagar a Rusia la anexión de Crimea.

“Europa y Estados Unidos están unidos en su apoyo al gobierno y el pueblo de Ucrania, y están unidos para hacerle pagar a Rusia el costo de sus acciones” en ese país, dijo Obama a la prensa en Amsterdam tras entrevistarse con Mark Rutte, el primer ministro holandés.

Por la tarde Obama comenzó una reunión con sus homólogos del G7, los países más industrializados (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) en una ciudad blindada y con máxima seguridad por la presencia de unos 50 líderes mundiales.

En el encuentro, que se lleva a cabo en la residencia del primer ministro holandés, un elegante palacete blanco situado en el corazón de La Haya, los mandatarios podrían decidir la expulsión de Rusia de estas reuniones informales de jefes de Estado y de gobierno y por ende la suspensión del G8, creado en 1998, así como decidir nuevas medias contra Moscú.

Estados Unidos y la Unión Europea (UE) ya impusieron sanciones a responsables rusos y ucranianos prorrusos por fomentar y organizar el referéndum secesionista en Crimea así como su anexión a la Federación de Rusia con el objetivo de disuadir a las autoridades de Moscú de avanzar sobre otros territorios y castigarlas por la “desestabilización” de Ucrania.

Pero la consolidación de la presencia militar rusa en Crimea así como los movimientos de tropas en las fronteras de Ucrania preocupan en Washington.

“Estamos muy inquietos por la potencial escalada en el Este y Sur de Ucrania”, indicó el consejero adjunto de seguridad nacional de Obama, Ben Rhodes, agregando que Washington los “observa muy de cerca”.

“Pensamos que Rusia tiene mucho que perder” de una escalada militar, agregó Rhodes, evocando nuevas sanciones económicas contra Moscú llegado el caso.

Según la OTAN, Moscú ha desplegado fuerzas “muy importantes” cerca de la frontera oriental de Ucrania, y Kiev dijo el domingo que teme una invasión.

- Kiev evacúa sus tropas -

En los últimos días, las fuerzas rusas y prorrusas tomaron sin pelear casi todas las bases militares ucranianas en la península, la última de ellas la de Feodosia, este lunes al amanecer.

Poco después, las autoridades de Kiev ordenaron la retirada de sus tropas de Crimea, y el vice primer ministro de la península, Rustam Temirgaliev, no tardó en proclamar que Ucrania ya no tiene más tropas leales en el territorio.

Por la tarde, fuerzas rusas atacaron en un lago del oeste de Crimea uno de los pocos buques de la Marina de guerra ucraniana que aún no había caído bajo control de Moscú, el “Kostantin Olshanski”.

Con estos últimos movimientos Moscú consolida su toma de control de la península, que formó parte de Rusia hasta 1954. En una visita muy significativa, el ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, visitó este lunes Crimea, donde ya ha empezado a circular el rublo.