El asco es una función biológica que nos ayuda a mantenernos a salvo de las enfermedades. Sin embargo, hay cosas que en la actualidad consideramos asquerosas o antihigiénicas que son más inofensivas de lo que pensamos.

A continuación te mostramos 4 cosas que provocan repugnancia en la mayoría de las personas, pero que no significan un riesgo importante para nuestra salud, recopiladas por Huffington Post.

1. Sumergir comida ya masticada en las salsas

De acuerdo a una investigación realizada por el equipo del popular programa de Discovery Channel, “Cazadores de mitos”, sumergir dos veces un bocadillo en una salsa (antes de masticar y después de masticar el mismo snack) no es tan terrible como parece.

Tras medir el crecimiento bacteriano en un entorno controlado donde la salsa y los bocadillos estaban esterilizados, Adam Savage y Jamie Hyneman comprobaron que cuando untas por segunda vez la comida ya masticada, se añade un número insignificante de microbios al aderezo.

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2. Pelo en la comida

Aunque es realmente asqueroso encontrar un pelo de procedencia desconocida en una comida, es casi imposible que nos transmita alguna enfermedad. Según Popular Science, el cabello está hecho de una proteína llamada queratina, la cual no suele albergar patógenos.

Por otro lado, Maria Colavincenzo, dermatóloga de la Universidad Northwestern en EEUU, señala que aunque un pelo estuviese contaminado es poco probable que genere malestar.

Ella asegura que la pequeña cantidad de estafilococos que podrían esconderse en una hebra o dos es insuficiente para provocar problemas gastrointestinales.

3. Sentarte en un baño público

Los baños públicos están llenos de gérmenes que causan enfermedades, tales como E. coli y S. aureus. Sin embargo, los asientos de los inodoros normalmente sólo entran en contacto con la piel, que es impermeable a la mayoría de las bacterias y virus que están en los baños, según Philip Tierno, director de microbiología clínica e inmunología de diagnóstico en la Universidad de Nueva York al portal Every Day Health. En general, estos microorganismos requieren estar en contacto con una membrana mucosa para causar una infección.

Además, los expertos desacreditan el mito de que puedes contagiarte una infección de transmisión sexual (como herpes genitales) desde el asiento de un excusado. La explicación es que la mayoría de estos virus requieren de un huésped humano y no duran mucho tiempo en las superficies externas.

Tierno dice que aunque no recomienda sentarse en un baño sucio, es poco probable contagiarse una infección ahí. Además, indica que hay zonas que tienen más gérmenes que el asiento, como la tapa, el estanque o las manijas, porque casi nunca se limpian.

Por eso, es muy importante lavarse las manos después de ir al baño, porque los microorganismos que agarras al estar en contacto con la cubierta del inodoro, las cerraduras de las puertas, y la cadena, pueden ser traspasados fácilmente desde tus manos a membranas mucosas sensibles como los ojos y la boca. En este sentido, asegúrate de frotar durante 15 a 20 segundos tus manos cada vez que las lavas, porque ésta es la cantidad mínima de tiempo que requieres para matar bacterias.

4. Comerte un bicho

Comer bichos no sólo es inofensivo, además puede ser saludable. Según LiveScience, los insectos son una buena fuente de proteínas especialmente en un mundo donde la población crece y los recursos disminuyen. Dicho esto, los insectos pueden ser una opción ecológica y socialmente responsable.

Es más, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos permite a ciertos niveles de insectos en los alimentos.