La Sección de Investigación Policial de Rancagua descubrió un recinto que funcionaba de manera clandestina en la elaboración de productos derivados de la carne; establecimiento que abastecía a un local comercial ubicado en el Terminal Rodoviario del sector. Tras la acción de Carabineros, la situación fue fiscalizada por el Seremi de Salud de la región.

Según el jefe operativo de la Primera Comisaría, mayor Carlos Castillo, “gracias a los recorridos permanentes y a la información que recibe la SIP de la Primera Comisaría, se logró establecer que en este domicilio había una fábrica de elaboración clandestina de diferentes productos de cerdo y vacuno. Esta información fue procesada acá en la Comisaría y una vez que se finiquitó la investigación, se le comunica a la Seremi de Salud, quienes hoy realizaron la fiscalización y se logró sorprender a esta fábrica”.

Por su parte, el Seremi de Salud, Nelson Adrian, señaló que este tipo de recinto, que no cuenta con las medidas de sanidad correspondiente, pone en riesgo la salud pública. “En este caso se trata de un lugar de elaboración de productos cárneos, como arrollado, cecinas, longanizas y manteca, cuya condición en la que se encuentra es deplorable”, precisó.

Además, la Autoridad Sanitaria manifestó que se fiscalizó un local establecido, donde los productos elaborados aquí eran comercializados. “Si bien la procedencia de la carne podría ser de un establecimiento autorizado, es el proceso el que está siendo sancionado, porque es un funcionamiento clandestino de la empresa y las condiciones en las que está, se pone en riesgo la salud de las personas”, afirmó.

Por su parte, en la fábrica clandestina ubicada en calle Santa María decomisaron 100 kilos de longaniza, 70 kilos de pernil, 30 kilos de cuero de cerdo, 50 kilos de grasa forro, 250 kilos de grasa envasada, 20 kilos de queso cabeza y 25 kilos de lengua de vacuno.

Por otro lado, en el local establecido ubicado en el Rodoviario se decomisaron 62 kilos de pernil, 39 kilos de prietas, 99 kilos de productos cocidos (lengua y guatitas), 59 kilos de chicharrones, 7,9 kilos de cerdo aliñado y 6,3 kilos de pichanga.

Cabe destacar que los productos encontrados en ambos establecimientos fueron decomisados para su desnaturalización.