Cada vez es más frecuente que los gobiernos instauren leyes contra la blasfemia, Pakistán siendo de lejos el país donde se producen más encarcelamientos por temas religiosos, según un informe estadounidense publicado el jueves.

Para la Comisión estadounidense sobre la libertad religiosa internacional, “esta tendencia a recurrir cada vez más a las leyes anti blasfemia conducirá a un aumento de las violaciones de las libertades de religión y expresión”, indicó Knox Thames, uno de los responsables de la comisión.

El informa evoca el caso de Pakistán, país musulmán al 97%, donde una nueva y controvertida ley castiga con la pena de muerte cualquier ataque contra el profeta Mahoma.

Para la comisión, Pakistán es por lejos el país del mundo donde más se castiga la blasfemia: 14 personas esperan en la cárcel su condena a muerte y otras 19 han sido condenadas a cadena perpetua. Pero hasta ahora Pakistán nunca aplicó la pena capital.

Otro caso alarmante, según la Comisión, es el de Egipto, donde se multiplican los casos de condena por blasfema desde la caía de Hosni Mubarak en el 2011. Basándose en informaciones de militantes locales, los casos de blasfemia implican a 63 personas entre 2011 y 2012, condenas que afectan de manera desproporcionada a la minoría cristiana.

El informe califica de legislación anti blasfemia la condena al grupo Pussy Riot, cuyas integrantes fueron condenadas por una actuación en la catedral de Moscú. Figura también un caso en Grecia, donde un hombre fue detenido en el 2012 por haberse burlado de un monje ortodoxo en Facebook.