Israel lanzó unos treinta bombardeos aéreos contra la Franja de Gaza en la madrugada del jueves como réplica a los 60 cohetes disparados por la Yihad Islámica, en una “escalada” que preocupa al presidente palestino Mahmud Abas, que dentro de cuatro días será recibido por el presidente estadounidense Barack Obama.

Tras este estallido de violencia, un portavoz de la Yihad Islámica, Daud Shihab, anunció a la AFP que gracias a la mediación de Egipto se ha restablecido este jueves de tarde la tregua concluida en noviembre de 2012 entre Israel y los grupos armados de Gaza.

De un lado y de otro no se dio parte de ninguna víctima, en las hostilidades más intensas en más de dos años, iniciadas con la muerte de tres combatientes de la Yihad Islámica el martes en una incursión aérea israelí.

El jueves por la mañana, se lanzaron desde Gaza tres cohetes contra las ciudades de Ashdod y Ashkelon (sur de Israel). Dos de ellos cayeron en zonas deshabitadas, según el ejército.

Citado por su portavoz, el presidente palestino Abas pidió a Israel que “cese su escalada militar contra la asediada Franja de Gaza”.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, criticó rápidamente a Abas por “no condenar los cohetes lanzados contra nuestros ciudadanos, y sí haber condenado a Israel por haber matado a tres terroristas que nos estaban disparando obuses de mortero”.

Abas tampoco tardó en replicar, condenando “toda escalada militar, incluyendo los cohetes” lanzados por la Yihad Islámica.

En total, más de 60 cohetes lanzados desde Gaza, bajo gobierno del movimiento islamista Hamas, se abatieron en menos de 24 horas en el sur de Israel, en su mayoría en zonas habitadas, precisó el ejército.

Los colegios funcionaban con normalidad este jueves en el sur de Israel, donde el miércoles parte de la población se cobijó brevemente en los refugios.

No obstante, Israel cerró hasta nueva orden los puntos de Kerem Shalom y Erez, en la frontera con Gaza, salvo para los casos humanitarios.

El ex consejero israelí de Seguridad Nacional Yaakov Amidror descartó de momento una reocupación de Gaza, de donde Israel se retiró unilateralmente en 2005. El miércoles, el ministro de Relaciones Exteriores, el ultranacionalista Avigdor Lieberman, había amenazado con esta opción.

“Eso depende del otro bando. De momento, Hamas no se está implicando, y eso es bueno”, declaró Amidror a la radio militar.

Según el corresponsal militar del diario israelí Yediot Aharonot, “lo sorprendente no son los disparos de cohetes de ayer, cosa que se esperaba, sino su volumen”.

Esta salva de disparos “es un intento de disuadir a Israel y de recordarle las capacidades militares de la Yihad Islámica”, así como una ocasión de demostrar su fuerza al movimiento rival Hamas, estima el corresponsal.

“Hamas es responsable de la franja de Gaza, y si no sabe cómo impedir los disparos contra Israel desde su territorio, entonces actuaremos en su contra”, amenazó el ministro de Defensa Moshe Yaalon.

Los ataques israelíes de la madrugada del jueves fueron dirigidos contra el brazo armado de la Yihad Islámica, las Brigadas Al Qods, y el de Hamas, las Brigadas Ezzedine al Qassam.