Astrónomos descubrieron la mayor estrella amarilla jamás vista en nuestra galaxia, unas 1.300 veces más grande que el Sol, según observaciones de telescopios del Observatorio Europeo Austral, en el norte de Chile.

El astro gigante, bautizado HR 5171 y situado a unos 12.000 años luz de la Tierra en la constelación del Centauro, se cuenta también entre las diez mayores estrellas conocidas de la Vía Láctea.

Es 50% más grande que la famosa supergigante roja Betelgeuse, en la constelación de Orión, y aproximadamente un millón de veces más brillante que el sol, dijo Olivier Chesneau, del Observatorio de la Costa Azul (Niza, sur de Francia), miembro del equipo internacional de astrónomos que hicieron el descubrimiento.

“Las nuevas observaciones también revelan que este gigante amarillo tiene un compañero, una estrella más pequeña muy cercana con la que forma un sistema estelar binario”, dijo el astrónomo, que calificó el descubrimiento de “sorpresa”.

“Las dos estrellas están tan cerca que se tocan y el sistema parece un cacahuete gigante”, dijo Olivier Chesneau en un comunicado.

Los nuevos hallazgos llevaron al equipo de astrónomos a estudiar más a fondo observaciones más antiguas de la misma estrella -que abarcan un período de más de 60 años- para ver cómo había evolucionado.

Las estrellas supergigantes amarillas son muy raras: sólo una docena de ellas ha sido registrada en nuestra galaxia, de las que la más conocida es Rho Cassiopeiae.

Se encuentran entre las más grandes y más brillantes en la bóveda celeste y están en una etapa de su existencia en la que son inestables y cambian rápidamente, precisaron los astrónomos.