La artista mexicana, residente casi tres años en La Paz, Bolivia, trabajó con niñas y mujeres agredidas, violadas, para crear esta exposición de retratos, de testimonios, que incluyen fotografías y un video. La muestra se exhibe en el Centro Cultural Estación Mapocho.

“El Grito del Silencio” son retratos que capturan el sufrimiento, sin mostrar lesiones físicas, pero que permiten acercar esos dramas ocultos y hacerlos visibles. Un trabajo que, en buena medida, también permitió un proceso sanador para estas mujeres que salieron a la luz pública con sus testimonios, dando la cara y, posiblemente, el ejemplo a tantas mujeres que sufren situaciones similares.

Recordemos que en Chile hubo 136.000 denuncias en el 2013.