La Organización del Tratado del Atlántico Norte decidió desplegar aviones de reconocimiento de tipo Awacs sobre Polonia y Rumania “como parte de los esfuerzos de la Alianza para observar la situación en Ucrania”, indicó en un comunicado.

“Los Awacs (Airborne Early Warning and Control Aircraft) volarán desde sus bases de Geilenkirchen (este de Alemania) y Waddington (norte de Inglaterra)”, añadió la Alianza que precisó que permanecerán en el espacio aéreo de los países de la OTAN.

Se trata de una “decisión apropiada y responsable acorde a la decisión de la OTAN de intensificar nuestra evaluación de las implicaciones de la crisis para nuestra seguridad”.

El secretario general de la organización, Anders Fogh Rasmussen, había declarado que la crisis ucraniana presenta “serias implicaciones para la seguridad y la estabilidad de la zona euro-atlántica”. Rasmussen había acusado a Rusia de “violar la soberanía de Ucrania y su integridad territorial” al desplegar tropas en Crimea.

Cabe señalar que la OTAN ya se reunió en dos ocasiones los últimos días a pedido de Polonia, que estima que Rusia amenaza a la seguridad de los aliados de la Alianza.

Por su parte, los países bálticos y de Europa del este adoptaron una línea dura con respecto a los avances de Moscú en Ucrania.

La semana pasada Estados Unidos, que tiene a su cargo la vigilancia del espacio aéreo del Báltico, envió seis aviones caza F-15 adicionales, que aterrizaron el jueves en Zoknai, una antigua base aérea soviética cercana a la ciudad de Siauliai, en el norte de Lituania.

Desde enero, las fuerzas aéreas estadounidenses patrullan el espacio aéreo fronterizo al sur y al este de los países Bálticos con Rusia y Bielorrusia con cuatro aparatos F-15 desde la base de Siauliai.

El ministro de Defensa lituano, Juozas Olekas, había afirmado que el envío de los aviones era una respuesta “a la agresión de Rusia en Ucrania y a la intensificación de la actividad militar rusa en la región de Kaliningrado”, un enclave ruso situado entre Lituania y Polonia.

A pesar de los llamados de las potencias occidentales a revertir la escalada de las tensiones en Ucrania, Rusia reforzó su dispositivo militar en la Península de Crimea que alberga en Sebastopol la flota de guerra rusa del Mar Negro.

El gobierno de la Península de Crimea pidió a través de un voto la adhesión a la Federación de Rusia y anunció una consulta popular sobre el tema para el 16 de marzo.