Recolectores de basura en Rio de Janeiro levantaron el sábado una huelga de 8 días que dejó toneladas de desperdicios acumulados durante una de las mayores fiestas mundiales de Carnaval.

La Municipalidad de Rio, ciudad que será sede de la clausura de la Copa del Mundo (12 de junio-13 de julio), informó que llegó a un acuerdo con los trabajadores agremiados de la Compañía Municipal de Limpieza Urbana (Comlrub), tras negociaciones ante el tribunal regional de trabajo.

El salario de los recolectores pasará a 1.540 reales (unos 670 dólares), que también incluye un bono por trabajo insalubre y es 37% superior al que tenían hasta la fecha.

Los huelguistas decían representar al total de 15.000 trabajadores que forman parte de esta empresa municipal de limpieza.

“Estamos todos satisfechos porque no queríamos nada más que esto. Sentarnos, conversar y hacer nuestra propuesta”, dijo a la prensa Angelo Ricardo Freitas, representante de los trabajadores.

“Vamos a hacer un esfuerzo presupuestal. Esta es una propuesta generosa para una categoría que merece ser muy bien remunerada (…) Es una categoría especial e importante para la ciudad”, dijo por su parte el alcalde de Rio, Eduardo Paes.

Los trabajadores volvieron a sus puestos inmediatamente, y las autoridades calcularon que la acumulación de basura podrá ser eliminada en los próximos tres días.

La huelga se produjo en medio del Carnaval de Rio, uno de los más famosos del mundo y que atrajo a cerca de 1 millón de turistas extranjeros, además de 3 millones de brasileños.

Durante estas fechas se realizan fiestas callejeras denominadas ‘blocos’, que implican el consumo de grandes cantidades de cerveza y comida y por ende, la acumulación de deshechos.

La playa de Ipanema, por donde paseaba la famosa “garota” de Vinicius de Moraes, estuvo tapizada de basura por algunos días.

En tanto, el entorno del sambódromo, donde las escuelas de samba disputan el título anual en un fastuoso concurso, quedó inundado de pestilentes deshechos.

Durante la protesta, algunos trabajadores que no se sumaron a la medida de fuerza debieron ser escoltados por la policía mientras realizaban sus labores. Otro grupo de empleados tercerizados fue enfrentado por huelguistas.

Los basureros también se quejaron por la importancia que se le da a la organización de la Copa del Mundo y el descuido a su trabajo.

Rio de Janeiro ha sido escenario de fuertes protestas ciudadanas en los últimos meses por mejoras en transporte, salud, educación y por los excesivos gastos para el Mundial.