La Organización de Estados Americanos (OEA) decidió suspender y continuar este viernes una reunión extraordinaria sobre la violencia en Venezuela, luego de desacuerdos por una propuesta peruana de llamar al Secretario General para supervisar la situación en el país sudamericano.

“No hubo acuerdo en el Consejo Permanente y la sesión continúa mañana (viernes) y todavía no sabemos cuáles son los resultados”, dijo a periodistas el embajador de Panamá, Arturo Ulises Vallarino, al cierre de la sesión.

“No ha habido acuerdo en ningún punto, no se ha efectuado ninguna votación”, añadió.

Luego de más de ocho horas de debate a puertas cerradas, el presidente del Consejo Permanente de la OEA suspendió la reunión pasada la una de la madrugada y llamó a reanudarla este viernes.

La sesión se inició la tarde del jueves, por una solicitud de Panamá para analizar si se llevaba el asunto venezolano a una cumbre de cancilleres de la región.

Pero ese proyecto fue dejado de lado rápidamente en el debate con la participación importante de los países caribeños -que representan casi la mitad de los 34 votos del Consejo-, por considerarlo “prematuro”, reconoció Vallarino.

Entonces, Bolivia, con respaldo de Venezuela y sus aliados del ALBA, presentó un proyecto de resolución centrado en el llamado al diálogo, una condena a la violencia y el respeto a los derechos humanos, entre otros puntos.

A ese borrador, Perú propuso agregar un mecanismo para monitorear la situación en Venezuela e informar al Consejo.

Este dispositivo estaría en manos del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien podría “proponerle mecanismos” para ayudar a resolver la crisis, dijo Vallarino.

La iniciativa peruana, respaldada por Panamá, Chile, México, Canadá y Estados Unidos, fue rechazada por el grupo del ALBA, explicó el representante panameño.

Ante los desacuerdos se suspendió la sesión.

“Los dos objetivos intervencionistas no se dieron. Es un fracaso de la iniciativa”, celebró por su parte el embajador venezolano Roy Chaderton.

Venezuela vive desde hace un mes sacudida por protestas contra la criminalidad y el alto costo de la vida, que han dejado 20 muertos, casi 300 heridos y decenas de denuncias de violación de derechos humanos, y que el gobierno venezolano califica como un golpe de Estado.

La reunión del Consejo Permanente comenzó más de dos horas después de lo previsto (20H00 GMT), luego de una votación para mantener la sesión cerrada al público.

La sesión en la OEA está enmarcada en la ruptura de relaciones entre Venezuela y Panamá, a la que Caracas acusa de propiciar una intervención extranjera por solicitar debatir las protestas en el foro regional.