Casi dos horas duró el almuerzo del recién investido cardenal de la Iglesia Católica, Ricardo Ezzati, con el presidente Sebastián Piñera, que se desarrolló en el Palacio de La Moneda.

Encuentro de camaradería, donde además estuvieron presentes la Primera Dama, Cecilia Morel; el titular del Interior, Andrés Chadwick; Segpres, Cristián Larroulet; el canciller, Alfredo Moreno; la vocera de Gobierno, Cecilia Pérez; el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic y el arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí.

El arribo de Ezzati a La Moneda tuvo como objetivo el homenaje por parte de las autoridades de Gobierno, por su reciente investidura que fue encabezada en febrero pasado por el Papa Francisco.

Pese al cúmulo de temas y desafíos de la Iglesia Católica, el cardenal fue absolutamente escueto en sus declaraciones. Consultado primero sobre los temas abordados en el encuentro indicó que “un gesto muy amable por parte del Presidente que ha querido honrarme con la invitación a su mesa para celebrar justamente el nombramiento del Santo Padre como Cardenal de la Iglesia Católica”.

Al ser consultado sobre la importancia para la Iglesia de contar con su nombramiento desde el punto de vista social, este respondió que “seguiremos trabajando con mucho empeño en lo que es la misión y la tarea de la iglesia al servicio del pueblo de Dios. Muchas gracias, muchas gracias”, sin querer responder más consultas de la prensa.