Estados Unidos pidió el jueves a Rusia aceptar “observadores internacionales” en toda Ucrania, incluyendo Crimea, como modo de resolver la crisis en ese país y frenar la escalada militar, tras una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York.

“Hay una forma de resolver esta crisis respetando los intereses de la Federación Rusa así como los del pueblo de Ucrania: dejen que observadores internacionales entren en toda Ucrania, incluyendo Crimea”, dijo la embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, al final del encuentro.

Según Power, esta opción garantizará “que los derechos de todos los ucranianos son respetados, incluyendo los de origen ruso”, lo que debería poner fin al argumento utilizado por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, para justificar la intervención de su país en los asuntos internos de su vecino.

Ucrania tiene un gobierno prooccidental desde la destitución el 22 de febrero del presidente prorruso Viktor Yanukovich. Crimea, ex república soviética, se encuentra desde el 28 de febrero bajo control de soldados armados prorrusos, uniformados pero no identificados.

Durante la reunión de Nueva York volvió a quedar en claro la división en el máximo órgano de la ONU por la cuestión de la crisis en Ucrania y la situación de Crimea, cuyo parlamento pidió el jueves a Putin la unión de la península a Rusia y anunció un referéndum para el 16 de marzo.

Power reafirmó en ese marco que Washington consideraba que el referéndum era “ilegal en términos de la Constitución ucraniana” y que “no reconocerá el resultado” de la votación.

Las consultas del Consejo de Seguridad, las cuartas sobre este asunto desde el viernes, fueron convocadas a pedido del Reino Unido, indicó el embajador británico, Mark Lyall Grant, quien aceptó que “es poco probable de que haya un acuerdo” en ese órgano los próximos días.

El eje de la reunión fue el incidente sufrido por el enviado de la ONU a Crimea, Robert Serry, que puso fin a su misión el miércoles después de ser amenazado por hombres armados.

En ese sentido, el embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, rechazó que el incidente involucrase a “soldados rusos” y aseguró haberse sentido “muy aliviado” de ver a Serry de regreso a Kiev.

“No estamos insistiendo en ningún uso de la fuerza. Lo que estamos diciendo es que no reconocemos a la actuales autoridades ucranianas como legítimas”, agregó, al defender la posición de su país, miembro permanente del Consejo de Seguridad con poder de veto, a través del cual puede bloquear cualquier resolución.