El presidente ruso Vladimir Putin afirmó que “por el momento” no consideraba necesario enviar tropas a Ucrania, pero que no lo descarta, después de que Estados Unidos suspendiera su cooperación militar con Moscú, en una escalada digna de la Guerra Fría.

Putin negó en particular que sus tropas estén rodeando a las tropas ucranianas en Crimea y aseguró que esas operaciones las estaban realizando “fuerzas locales de autodefensa” de esa región de Ucrania con población mayoritariamente rusohablante.

“En lo referente al envío de tropas, esto no es necesario por el momento, pero la posibilidad existe”, dijo el mandatario ruso.

“En lo referente al envío de tropas, esto no es necesario por el momento, pero la posibilidad existe”, declaró Putin, que añadió que su país se reserva el derecho a recurrir “a todos los medios” para proteger a sus ciudadanos en Ucrania, una ex república soviética independiente desde 1991.

“Si tomamos la decisión de utilizar las fuerzas armadas en Ucrania, sería completamente legítimo”, sostuvo el presidente ruso, que alegó una petición en ese sentido por parte del destituido presidente ucraniano Viktor Yanukovich, a quien Moscú sigue considerando sin embargo jefe de Estado “legítimo”.

“Contamos con una petición del presidente legítimo”, afirmó, aunque poco después declaró que, a sus ojos, Yanukovich “no tiene futuro político”.

Yanukovich fue destituido por el Parlamento ucraniano el pasado 22 de febrero, tras la sangrienta represión de protestas en Kiev. Pero para Putin, ese procedimiento fue un mero “golpe de Estado”.

“Sólo puede haber una valoración sobre lo ocurrido en Kiev y en Ucrania: es un golpe de Estado anticonstitucional, una toma de poder por las armas”, consideró el jefe de Estado ruso, en sus primeras declaraciones públicas desde la caída de su aliado.

La dureza retórica contrastó sin embargo con la orden dada a 150.000 soldados rusos que efectuaban ejercicios cerca de la frontera ucraniana de regresar a sus cuarteles, una iniciativa que tranquilizó a los mercados y estabilizó los precios del petróleo.

Rusia cedió la Península de Crimea a Ucrania en 1954, cuando las dos repúblicas formaban parte de la Unión Soviética. Pero después de la separación en 1991 conservó allí, en el puerto de Sebastopol, la base de la Flota rusa del Mar Negro, que no daba señales de actividad particular.