En 15 segundos un policía mató a cuatro de los ocho miembros del grupo que asesinó a puñaladas a 29 personas en una estación de ferrocarril de la ciudad china de Kinming, según contó el propio agente a la televisión estatal.

El policía, cuyo nombre no fue divulgado, llegó a la estación 10 minutos después del comienzo del ataque al frente de un grupo de cuatro hombres, pero era el único que llevaba un arma de fuego automática, precisó la televisión.

Cuando llegó a las estación, “algunos pasajeros estaban tirados en el piso y los atacantes seguían apuñalándolos”, relató el policía cuyo rostro no fue filmado.

El policía hizo un disparo de advertencia y luego disparó contra un primer atacante “vestido de negro y con un velo” que esgrimía “un cuchillo de unos 60 o 70 cm de largo”, dijo el policía.

“Cuatro atacantes corrieron hacia mí. Los maté a todos” y luego herí a otro, afirmó el policía convencido de haber “salvado muchas vidas”.

“Hubo probablemente 15 segundos entre el primer disparo y el momento en que los maté”, afirmó.

En el sangriento ataque de Kinming, sudoeste de China, resultaron heridas además 143 personas.

El gobierno acusó de la matanza a los “separatistas de Xinjiang”, una región del oeste de China, habitada mayoritariamente por los uigurs, musulmanes turcohablantes.

El lunes la policía informó que cuatro atacantes murieron y una mujer herida fue detenida en el lugar y que el líder de la banda se llama Abdurehim Kurban.

Cuatro días después de la matanza, la policía seguía patrullando en la estación de trenes y en el aeropuerto de Kinming y se registraba una importante custodia en el hospital donde están internados los heridos.

Por su lado, el Congreso Mundial Uigur, una organización exiliada basada en Múnich, Alemania, “condenó el martes la violencia” y exhortó a China a no diabolizar a los uigures.

La Unión Europea por su parte condenó el ataque “terrorista” de la estación de Kunming y expresó su tristeza por las víctimas.