El sábado que recién pasó se llevó a cabo el acto más importante del año en el Poder Judicial: la rendición de cuentas de la gestión del último periodo y la inauguración del nuevo año judicial. Esta ceremonia estuvo encabezada por el presidente de la Corte Suprema, juez Sergio Muñoz, y a ella asistieron varias autoridades, como el presidente del Senado y la presidenta del Tribunal Constitucional.

En la ceremonia, la máxima autoridad judicial llamó a resguardar la independencia de los jueces, y a defenderlos de las descalificaciones y amenazas que provoca el ejercicio de esta profesión. La ocasión no se estuvo excenta de polémica, luego de que Muñoz criticara al ministro Chadwick por cuestionar la sentencia en el caso de la familia Luchsinger Mackay.

En conversación con el programa Expreso Bío Bío, el presidente de la Corte Suprema indicó que “Creo que todos los hechos punibles son repudiables, condenables… Ojalá no existiese la criminalidad”, y agregó que “Me parece atroz el crimen que sufrió la familia Luchsinger Mackay, como chileno no puedo menos que reaccionar en estos términos”.

En ese mismo sentido, señaló que muchas veces los magistrados no pueden defenderse ni tampoco efectuar reparos a la autoridad. “Eso no puede contribuir a que se entienda que nosotros estamos aceptando cuestionamientos”, dijo.

Muñoz agregó que “Creo que a los tribunales y a este presidente no le corresponde emitir un juicio de valor respecto al tema”, dijo, ya que “Son los tribunales los que deetrminan la pertinencia”, en referencia a los casos que dicho poder atiende.

Por otro lado, indicó que “El derecho penal no es un derecho que se aplique en un 100%, es un derecho testimonial. En chile se debe sancionar menos de un 10% de los delitos, y estoy siendo generoso”, sentenciando que la función que tienen estos castigos es para persuadir a las personas para que no cometan delitos, y que quienes ya han caído en eso, que no reincidan.

En otro tema, Muñoz se refirió a la connotación peyorativa que le otorgó a la expresión de “País caribeño” durante su discurso del sábado, indicando que “Les pedí disculpas inmediatamente, fue ‘un decir’. Retiraría esa parte, es una noción que hay en nuestro país y pedí disculpas inmediatamente con todo respeto”.

Finalmente, se refirió a la carga de trabajo en las cortes de Santiago, donde aseguró que los fallos de las causas demoran 4 a 6 meses en fallar, mientras que en la Corte de Apelaciones de Santiago algunos casos llegan a los 10 meses de espera, con un promedio de 123 días. En tanto, la Corte Suprema tiene una demora de una semana si se trata de causas ordinarias, mientras que existen otras que se demoran un poco más de 6 meses. “Hemos hecho una redistribución de materia para que las causas se vean de 4 a 6 meses también”, aseguró, agregando que “Yo creo que nunca en la historia de chile habíamos visto estos plazos promedio”.

Mira a continuación la entrevista realizada por Patricio Cuevas y Tomás Mosciatti en el programa Expreso Bío Bío: