El Primer ministro de Canadá Stephen Harper amenazó este sábado con boicotear la cumbre del G8 a celebrarse en la ciudad rusa de Sochi en junio próximo, siguiendo los pasos de Estados Unidos, luego de que Moscú diera luz verde a una operación militar en Ucrania, al tiempo que llamó en consultas a su embajador en Rusia.

“Nos unimos a nuestros aliados para condenar con gran firmeza la intervención militar del presidente (ruso) Vladimir Putin en Ucrania”, anunció Harper en un comunicado.

“Esas acciones son una clara violación de la soberanía e integridad territorial de Ucrania. Constituyen también una violación por parte de Rusia de sus obligaciones que emanan del derecho internacional”, añadió.

Según la Casa Blanca, “Estados Unidos va a suspender su participación en las reuniones preparatorias de la cumbre del G8″, confirmando de esa manera las eventuales sanciones evocadas el viernes por un responsable en Washington.

Las declaraciones del Primer ministro canadiense se producen poco después de que hubiera mantenido una conversación telefónica con el presidente estadounidense Barack Obama sobre la situación en Ucrania.

Obama también se comunicó telefónicamente con su homólogo francés Francois Hollande.

Los tres dirigentes expresaron su “grave inquietud” por la intervención rusa en Ucrania, y “se mostraron de acuerdo sobre el hecho de que la soberanía y la integridad territorial de Ucrania deben ser respetadas”, había precisado la Casa Blanca en un comunicado.