El Sernatur Los Lagos, el Consejo de la Cultura y el gestor cultural y amigo de Roberto Bravo, quien se ha encargado de tramitar los conciertos del maestro en el sur de nuestro país, aseguraron que nunca tuvieron responsabilidad del traslado del piano y que sí financiaron honorarios y pasajes del músico.

Ante la polémica desatada luego de que el dueño del piano utilizado por Roberto Bravo en su gira a la zona sur del país, declarara que el instrumento fue dejado a la deriva en la carretera austral culpando a Sernatur de no hacerse responsable del traslado del instrumento, Fernando Ortúzar, director Regional del Servicion Nacional de Turismo, fue claro en señalar que el acuerdo en un principio fue aportar con los pasajes del músico y su estadía en la Décima región.

Cabe destacar que esta iniciativa también recibió el apoyo de la dirección regional del Consejo Nacional de la Cultura, quienes en su ánimo de aportar al desarrollo de iniciativas que tengan relación con el acercamiento del arte y la música a los sectores mas apartados de la región, financiaron parte de los honorarios del maestro.

Así lo afirmó Ana María Cerda, directora subrogante de la entidad, quien sostuvo que el traslado del instrumento nunca fue parte del acuerdo, realizando sí un aporte con tal de que se realicen este tipo de conciertos.

La gestión de este concierto y de los eventos anteriores que Bravo ha presentado en zonas australes fue una tarea de Manuel Ovando, profesor y amigo personal del maestro, quien ha liderado la gestión de recursos en la región para poder llevar a cabo las giras del pianista a zonas apartadas en donde nunca han podido llegar grandes músicos.

Obando fue enfático en señalar que la responsabilidad del traslado del instrumento cabe netamente en el dueño del piano quien, como proveedor del evento debió considerar los gastos del traslado del instrumento.

La gestión de Ovando y los aportes de Sernatur y el Consejo de la Cultura han permitido acercar la música a través de dos giras que ha realizado el pianista, la primera en Chiloé y luego en la carretea austral, posibilitando la convivencia con alumnos de notable capacidad para interpretar en el piano, quienes recibieron una master class dictadas por Roberto Bravo.

Recientemente se identificaron cinco niños de la zona austral y tres de Chiloé quienes ya están en condiciones de seguir estudiando y perfeccionando su arte.