Moscú declaró el martes que no intervendrá en la crisis en la vecina Ucrania, pero dijo que ese país no debe verse obligado a elegir entre Rusia y los países occidentales.

“Confirmamos nuestro principio de no intervenir en los asuntos internos de Ucrania y esperamos que todo el mundo haga lo mismo”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov.

“Nos interesa que Ucrania forme parte de la familia europea, en todos los sentidos del término”, dijo Lavrov tras hablar con su homólogo luxemburgués, Jean Asselborn.

El canciller ruso advirtió sin embargo que Ucrania no debe ser obligada a escoger un campo. “Estamos de acuerdo en que es peligroso y contraproducente obligar a Ucrania a elegir: ‘O estás con nosotros o estás contra nosotros’”, dijo.

Estas declaraciones muestran un aparente ablandamiento de la postura de Moscú, después de las duras declaraciones del lunes de Lavrov y del primer ministro, Dimitri Medvedev, que acusaron al nuevo poder en Ucrania de utilizar métodos “dictatoriales”.