El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó este miércoles la “inaceptable” violencia durante las manifestaciones estudiantiles y opositoras de los últimos días en Venezuela y llamó al gobierno de Nicolás Maduro a liberar a los detenidos, en un nuevo enfriamiento de las relaciones entre ambos países.

El mandatario afirmó que Estados Unidos “condena enérgicamente” la situación en Venezuela, al considerar como “legítimos” los reclamos de los manifestantes y criticar el anuncio de expulsión de tres funcionarios estadounidenses, durante la rueda de prensa final de una cumbre de líderes de América del Norte celebrada en la ciudad mexicana de Toluca (centro).

“Junto con la Organización de Estados Americanos, llamamos al gobierno de Venezuela para que libere a los manifestantes detenidos y a entablar un diálogo verdadero”, afirmó Obama, quien consideró que tanto los disidentes como el gobierno “tienen la obligación de trabajar conjuntamente para frenar la violencia y restablecer la calma”.

Desde hace más de dos semanas, Caracas y otras ciudades viven a diario protestas estudiantiles y opositoras en contra del gobierno de Maduro que se quejan de la inseguridad, la inflación y la escasez de productos.

Algunas de esas protestas han terminado en disturbios que han dejado un saldo de cuatro muertos, tres en una marcha en el centro de Caracas hace una semana y uno este miércoles en la ciudad de Valencia.

Además, al menos 31 periodistas han sido “reprimidos, detenidos y robados” por efectivos de fuerzas del orden y desconocidos, según un sindicato del gremio.

Entre los opositores detenidos en el marco de las protestas está Leopoldo López, uno de los líderes del ala radical de la coalición antichavista Mesa de Unidad Democrática (MUD), bajo cargos de homicidio y terrorismo por los desmanes de la protesta.

- Crispación de relaciones -

“En Venezuela, en lugar de tratar de desviar la atención de sus propias carencias expulsando con falsas acusaciones a diplomáticos estadounidenses, el gobierno debería de concentrarse en atender los reclamos legítimos del pueblo venezolano”, recalcó Obama.

El presidente Maduro anunció el domingo la expulsión de tres funcionarios consulares estadounidenses a los que acusó de injerencia en asuntos internos, lo cual motivó que Washington dijera que estudia “acciones” contra Venezuela.

Por su parte, el demócrata Robert Menendez, presidente del comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, llamó este miércoles durante una visita a Colombia a que la comunidad internacional rechace el encarcelamiento de Leopoldo López, quien se entregó el martes a la policía venezolana.

“Venezuela no puede ser gobernada por el miedo, la violencia y la venganza política que el presidente Maduro y los miembros de sus fuerzas de seguridad y partidarios continúan exhibiendo a diario”, dijo Menendez.

Venezuela, el país con las mayores reservas de crudo del mundo, tiene a Estados Unidos como principal socio comercial pese a las permanentes desavenencias y roces políticos.

Por otro lado, la reciente crispación del gobierno venezolano se extendió a sus vecinos latinoamericanos.

Maduro acusó el martes al presidente chileno, Sebastián Piñera, y a su par colombiano, Juan Manuel Santos, de “meterse en los asuntos internos” de su país, por opinar sobre la álgida situación en Caracas.

Además, el mandatario venezolano ha acusado al expresidente colombiano Álvaro Uribe, junto con Estados Unidos, de ser uno de los promotores de las marchas opositoras que el gobierno califica de “golpe de Estado en desarrollo”.