Una de la víctimas de Fernando Karadima, Juan Carlos Cruz, agradeció la valentía de Marcelo Vargas, quien presentó una querella criminal contra el arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati.

Cruz señaló que este paso es fundamental, puesto que las personas que han sufrido abuso por miembros de la iglesia deben denunciar los hechos y también quienes a contribuyeron en los delitos les corresponde asumir su responsabilidad como encubridores.

A su vez, señaló que la red de mentiras que se ha construido en torno a los casos de pedofilia en Chile se está viniendo abajo con esta clase de procesos.

La acción judicial aludida argumenta que Ezzati habría ocultado información en torno a los hechos ocurridos en 1986, cuando el querellante Vargas tenía 14 años y era estudiante del Instituto Salesiano de Valdivia, donde fue víctima de abuso sexual por parte del sacerdote Rimsky Rojas.