Intensos tiroteos de armas automáticas y explosiones de cohetes y granadas se escuchaban este miércoles en los alrededores del aeropuerto de Bangui, donde los manifestantes levantaron barricadas contra las fuerzas internacionales, constató un periodista de la AFP.

Las balas silbaban cerca de los soldados franceses que custodiaban la entrada principal de la zona aeroportuaria, y que se pusieron en posición de responder, mientras los disparos provocaban el pánico en la población de los barrios vecinos, según la misma fuente.

Aparentemente, se trata de enfrentamientos entre los soldados de la Fuerza Africana en la República Centroafricana (MISCA) y los milicianos antibalaka atrincherados en los barrios cercanos al aeropuerto, según fuentes militares.

Unas cien personas que viven en el gigantesco campo de desplazados junto al aeropuerto se refugiaron en la terminal y los soldados franceses les pidieron que regresaran al campo.

Pequeños grupos de manifestantes que protestan debido a las operaciones de la fuerza francesa Sangaris contra los milicianos antibalaka levantaron barricadas en el principal eje que conduce al aeropuerto.

A pocos cientos de metros de la entrada del aeropuerto, 200 o 300 hombres jóvenes denunciaban enérgicamente la acción de las fuerzas francesa (Sangaris) y africana (MISCA), así como la política de las autoridades de transición.

La lucha contra los antibalaka -fuerzas mayoritariamente cristianas acusadas de perseguir a los musulmanes- es una de las prioridades de las fuerzas internacionales. La presidenta de transición centroafricana, Catherine Samba Panza, también prometió “hacerles la guerra”.