A pesar de las críticas, el presidente turco Abdulá Gul promulgó una polémica nueva ley que refuerza el control de Internet, lo que le llevó a perder este miércoles decenas de miles de seguidores en Twitter.

El jefe del Estado anunció finalmente el martes al anochecer, en su propia cuenta Twitter, que promulgaba las enmiendas a la ley sobre Internet de 2007 consideradas “liberticidas” por la oposición turca, la Unión Europea, Estados Unidos y numerosas organizaciones no gubernamentales internacionales.

Abdulá Gul, un aficionado a las redes sociales, justificó su decisión después de obtener la garantía del gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan de que modificaría rápidamente algunas de las disposiciones más controvertidas de dicho texto.

“Esas preocupaciones serán tomadas en cuenta en la ley”, aseguró.

El martes por la tarde, el ministro de Comunicaciones, Lufti Elvan, anunció a los grupos parlamentarios que la autoridad gubernamental de Telecomunicaciones (TIB) se vería obligada finalmente a pedir en un plazo de 48 horas la confirmación de un juez para bloquear un sitio de Internet.

En el texto inicial adoptado por la mayoría del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista conservador, en el poder), la TIB podía bloquear un sitio sin acudir a la justicia en caso de atentado a “la vida privada” o si contenía informaciones consideradas “discriminatorias o insultantes”.

Ese cambio no dejó contentos a los adversarios del texto. Pocas horas después de que anunció su decisión, más de 80.000 internautas anularon su suscripción a la cuenta Twitter de Gul, quien sin embargo conservaba 4,3 millones de adeptos.

“Lo primero que hay que hacer #desabonarse@cbabdullahgul”, tuiteó un internauta llamado Mevan. “Bienvenido a la era de la censura en Internet”, agregó otro aficionado a la red de microblogs, @tanikunal.

La oposición turca, que inmediatamente acudió a la Corte Constitucional, no estuvo satisfecha con ese “lifting” de último minuto.

Ley “orwelliana”

¿Cómo explicar que un gobierno quiera enmendar una ley que acaba de promulgar? Eso es ridículo”, opinó un vicepresidente del Partido Republicano Popular (CHP), Emrehan Halici.

Luego de las advertencias de Bruselas al gobierno turco, la diputada europea holandesa Marietje Schaake manifestó nuevamente el miércoles su “preocupación por Turquía, el Estado de derecho y la falta de respeto de los derechos y de las libertades desde hace años”.

Haciéndose eco de esos temores, el diario liberal Radikal señaló que la TIB había bloqueado el miércoles el sitio del grupo de piratas informáticos turcos Redhack, que había publicado los números de los teléfonos celulares de los “candidatos ladrones” del partido en el poder para las elecciones municipales del 30 de marzo en Estambul.

Desde hace varias semanas, la oposición turca denuncia la legislación “orwelliana” o “liberticida” del poder político, afirmando que la misma está destinada sobre todo a asfixiar las acusaciones de corrupción en su contra.

Desde mediados de diciembre, el gobierno islamista conservador, en el poder desde 2002, está en el centro de un escándalo político-financiero sin precedentes que desestabiliza a Erdogan en vísperas de las elecciones municipales y de la presidencial prevista en agosto de 2014.