Gran parte de nosotros está consciente de que las familias ya no las componen solamente personas. Muchas veces, los “integrantes con cola” se vuelven tan importantes como cualquier otro miembro, generando las mismas preocupaciones cuando se enferman o extravían, tal como si fueran un hijo más de la familia.

Mientras más tiempo estén con nosotros, más se estrechan los lazos, algo que puede resultar un tanto perjudicial si es que pensamos que en cualquier momento ese pequeño ser puede dejarnos, ya sea por algún accidente, extravío o porque ya está muy viejito.

¿Cómo podemos enfrentar el duro momento de la pérdida de una mascota? La directora de la Fundación Juliera, Francisca Corral, conversó acerca de este tema en Expreso Bío Bío, donde señaló que la clave es que tenemos que estar preparados para afrontar una pérdida que nos pondrá tristes sólo a nosotros, sino que a toda nuestra familia.

La especialista declaró que sentir pena por la muerte de un animal que nos acompañó por muchos años no es algo malo, sino que al contrario, muestra el vínculo que pudimos crear con este ser, independiente del tiempo que vivió junto a nosotros.

En ese sentido, todas las manifestaciones de pena son válidas: llorar, hacerle un funeral o una ceremonia, reunir a la familia para recordarlo o poner alguna foto del animal en un lugar especial de la casa. No debemos permitir que nadie nos diga que estamos exagerando o son ideas tontas, ya que las mascotas generamente tienen un lugar muy importante en nuestros hogares.

Dependiendo de la causa del deceso podemos sentir otras emociones, como rabia o culpa, si es que la muerte fue accidental o producto de una enfermedad, respectivamente. “¿Por qué no lo cuidé mejor?” es una pregunta recurrente, sin embargo no podemos culparnos, puesto que siempre debemos pensar que hicimos lo que más pudimos por ese animal, más aún si fue rescatado o tuvo una enfermedad muy grave.

Con los niños hay que ser cuidadosos, ya que tal vez no puedan procesar tanta información sobre la muerte de su mascota, y siempre es mejor decirles la verdad. Además, no hay que caer en el error de comprar u obtener otro “reemplazo” de inmediato. Esto es lo mismo que cuando muere un familiar, por lo que ningún otro animal reemplazará esa mascota única que tuviste.

¿Has perdido a algún animal a quien quisiste mucho? Entonces te sentirás identificado con la entrevista que te dejamos a continuación, realizada por Rafael Venegas: