El fanatismo puede darse en varios ámbitos de la vida. Es así como los seguidores de la música, el deporte, películas y/o actores a veces pueden pasar algunos límites, tal como lo hizo un fan de Adele, que fue sometido a juicio por escuchar en un volumen muy fuerte los discos de la cantante británica.

Así lo consignó el sitio Rolling Stone, que señaló que Thomas Alcock, un joven británico de 18 años, fue castigado por un juez por su molesta pasión por Adele. La autoridad le requisó a Alcock su colección de 200 discos por escuchar a un volumen demasiado alto la música de la cantante.

La fiscal a cargo del caso, Samantha Lawton, denunció en el juicio que la música llegaba incluso a provocar que temblaran las barandas de las escaleras del edificio, lo que generó la molestia de los vecinos, de acuerdo a lo señalado por Rolling Stone.

Pese a que el fanático de Adele se opuso a que le quitarán los discos porque pertenecían a su padre, las autoridades decidieron terminar con ‘el problema’ por la vía rápida: no discos, no ruido.