Entre estruendo de pitidos y bajo una intensa lluvia, miles de personas se manifestaron este sábado en Madrid, con el lema “Ni cierres ni despidos”, contra el plan de ajuste anunciado por Coca-Cola que afecta a unos 1.250 trabajadores.

“Boicot a Coca-Cola”, “La chispa de la ruina” o “Zero despidos” podía leerse en las pancartas que enarbolaban trabajadores y familiares, muchos llegados de otras ciudades del país, mientras desfilaban por el centro de la capital bajo una marea de banderines sindicales y coreando “¡Coca-Cola, egoísta!” o “Defendemos el pan de nuestros hijos”.

Alegando “riesgo para la viabilidad de la compañía a corto plazo”, Coca-Cola Iberian Partners, única embotelladora de la multinacional en España, presentó el 22 de enero un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que prevé el cierre de cuatro de sus 11 plantas, en Fuenlabrada -cerca de Madrid-, Palma de Mallorca, Oviedo y Alicante.

La reestructuración afecta a unos 1.250 empleados, un 30% de la plantilla, entre la supresión propuesta de 750 puestos de trabajo y la reubicación de unos 500 empleados a otras fábricas.

El próximo viernes expira el plazo legal de consultas entre empresa y sindicatos, pero el diálogo está paralizado porque éstos últimos exigen la retirada del ERE antes de negociar, a lo que la empresa se niega.