A 26 días que termine la administración de Sebastián Piñera, las contrataciones de candidatos derrotados en las elecciones de noviembre para asesorías al interior del Gobierno ha sido un tema de revisión constante en los últimos días.

Dos casos en específico son los que han puesto en la mira al Ministerio de Salud; el del ex alcalde de Santiago Pablo Zalaquett, como asesor comunicacional en la implementación de los Hospitales de Maipú y La Florida; y la ex seremi de Salud metropolitana Rosa Oyarce, en el marco de la acreditación sanitaria del nuevo Hospital de Rancagua.

“Yo fui a buscar a Rosa Oyarce para contratarla de nuevo, porque sus calificaciones técnicas son óptimas”, sostuvo en entrevista con Radio Bío Bío el ministro de Salud, Jaime Mañalich. Aclaró que el contrato se basa en la situación particular del recinto de salud para la capital de la región de O’Higgins, tarea para la cual “ella nos está ayudando mucho”.

Incluso el secretario de Estado reveló que su renuncia a la Seremi no la recibió del mejor modo: “Lamenté enormemente que ella hubiera renunciado a su cargo, porque vale oro como tal, para presentarse a una candidatura senatorial que tenía pocos visos de tener éxito”.

Sobre Zalaquett, Mañalich afirmó que su contratación por dos meses se apoyó en la dificultades generadas para la consolidación del modelo de hospitales concesionados y el complejo escenario político al respecto que lideraría el diputado PS Carlos Montes. A la ex autoridad comunal se le pidió desarrollar reuniones con la ciudadanía y con los respectivos alcaldes para “sensibilizar y logra que hubiera una mejor aprobación del inicio de estos dos hospitales”, detalló el ministro.

Sin embargo, el titular del Minsal hasta el 11 de marzo dejó en evidencia sus sospechas respecto a la publicación del contrato de Pablo Zalaquett en el portal de Transparencia del Gobierno. Aseguró que el documento explicitaba que los servicios del otrora candidato a senador por Santiago Poniente se requerían hasta el 28 de febrero, digitado erróneamente en la web “por alguna razón curiosa”.

Agregó que los parlamentarios que realizaron la denuncia se enteraron antes que el propio jefe de gabinete del Ministerio. Por ello, añadió, “he instruido un sumario ante la sospecha que [el error de digitación] es intencional”.