El primer ministro italiano, Enrico Letta, garantizó este miércoles la continuidad de su gobierno y presentó el nuevo programa de gobierno de la coalición que lidera, a pesar de los incesantes ataques del nuevo líder de su propio partido, Matteo Renzi, que se perfila como su sustituto.

“Romper mi compromiso al servicio del país no forma parte de mi ADN”, declaró Letta en una conferencia de prensa tras reunirse con Renzi, en medio de rumores de un traspaso del poder inminente con el líder del Partido Demócrata (PD).

En una clara alusión a su rival, añadió que “todo el mundo debe asumir sus responsabilidades, especialmente aquel que codicia mi puesto, además debe hacerlo abiertamente, con todas las cartas sobre la mesa”.

Letta también defendió su balance, y se declaró “orgulloso”, especialmente por haber llevado nuevamente a su país en la senda del crecimiento, “aunque ligero”, con una deuda y un déficit a la baja.

Citando el famoso lema del club inglés de fútbol de Liverpool “you’ll never walk alone” (nunca caminarás solo), Letta aseguró que su gobierno estará junto “a las PYME, a las familias y a los trabajadores”, principalmente a través de la simplificación del código de trabajo y reduciendo los impuestos.

“Tenemos que conciliar la vida familiar y la vida profesional, desarrollar guarderías y promover el trabajo de las mujeres, revolucionando la licencia de maternidad y paternidad”, subrayó el presidente del consejo.

Letta y Renzi se reunieron por la mañana durante alrededor una hora. El joven alcalde de Florencia (39 años), que multiplica los ataques contra Letta desde su llegada al frente del principal partido de izquierda, salió del Palacio Chigi, sede del gobierno, evitando a los periodistas.

“La impaciencia de Matteo Renzi de convertirse en jefe de gobierno me parece evidente”, comentó irónicamente el miércoles Paolo Romani, jefe de los senadores de Forza Italia (FI), el partido de Silvio Berlusconi.

Por otra parte, la gran mayoría de los italianos, el 68% según un sondeo y el 59% dentro del PD, están en contra de este traspaso de poder.