El Ministerio Público indaga una banda de clonadores de tarjetas que podría estar operando desde el interior de la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago, luego que se descubriera a un reo actualizando su perfil de Facebook.

Pese a que está prohibido el uso de teléfonos móviles al interior de las cárceles, esto no fue un obstáculo para que un interno imputado de ser miembro de una banda dedicada a la clonación de tarjetas de crédito dedicara sus primeros días recluido para actualizar su perfil en la red social.

Según publica El Mercurio, el joven de 21 años demoró una semana desde su detención para volver a aparecer en Facebook subiendo fotos junto a su compañero de celda, haciendo “check in” en el CAS e ironizando con la serie de televisión norteamericana “Prison Break”.

Personal del OS-9 de Carabineros detectó la actividad del reo en Facebook, cuenta que ya había sido monitoreada luego que arrojara pistas sobre la presunta participación del joven en el delito por una foto que publicó.

La policía uniformada informó al Ministerio Público, ante lo cual la fiscalía de Ñuñoa ordenó un allanamiento a la celda que el imputado compartía con un ciudadano ecuatoriano que también formaría parte de la banda. La diligencia terminó con la incautación de cinco smartphones.

El fiscal jefe de Ñuñoa, Carlos Gajardo, reconoció al matutino que se investiga si los sujetos continuaron sus actividades delictivas desde el interior del penal de máxima seguridad a través de internet, como también si tomaron contacto con posibles cómplices en el exterior.

Por lo anterior es que precisamente el reglamento de los penales a lo largo del país impide el ingreso de teléfonos celulares, fiscalización que es apoyada con portales detectores de metales y registro personalizado de todos quienes ingresan a una unidad penal.

Recordemos que el joven fue detenido el pasado 31 de enero por funcionarios del Departamento de Investigación de Organizaciones Criminales (OS-9) de Carabineros junto a otras dos ciudadanos extranjeros, imputados de efectuar compras con tarjetas bancarias clonadas, y que contaban con diversas especies usadas para cometer sus delitos al momento de ser aprehendidos.

De acuerdo a los antecedentes policiales, los tres sujetos tenían en su poder lectograbadores, tarjetas clonadas, notebook, celulares, programas para clonar tarjetas, un vehículo y ropa de marcas exclusivas. El trío fue capturado en un domicilio de calle Amunátegui 695, en el centro de la capital, donde operaban.

Según se indicó en la investigación, los sujetos utilizaban un modus operandi que se basa en que una persona suplanta a un técnico de la empresa administradora del sistema de pago con tarjetas de crédito y débito. Este concurre a diferentes comercios, dejando en el lugar un dispositivo electrónico POS (Point Of Sale o Punto de Venta) intervenido en software y/o hardware, los cuales tendrían la capacidad de capturar información de las bandas magnéticas y copiar las claves de acceso o códigos Pinpass.