“Dallas Buyers Club” se remonta a los orígenes de la pandemia del sida en Estados Unidos con la historia real de un enfermo que lucha incansablemente contra las autoridades para acceder al mejor tratamiento, un papel que podría valerle el Óscar a Matthew McConaughey.

La película, estrenada estos días en Latinoamérica como “El club de los desahuciados”, ha sido nominada a seis premios de la Academia, incluyendo Mejor película, Mejor actor para McConaughey y Mejor actor de reparto para Jared Leto, ambos ganadores ya del Globo de Oro y del premio SAG por sus interpretaciones y favoritos en sus categorías.

McConaughey perdió 22 kilos para encarnar a Ron Woodroof, un electricista y vaquero de rodeos de Texas, homófobo, heterosexual, libertino y adicto a la cocaína, a quien le dan 30 días de vida tras ser diagnosticado con VIH en 1985.

Decidido a luchar, descubre que un médico en México usa un cóctel de medicamentos y vitaminas mucho más eficaz contra la enfermedad que el AZT, la única terapia entonces permitida en Estados Unidos.

Sin el apoyo de la FDA, la agencia federal de medicamentos, decide importar los nuevos tratamientos y funda un “club de compradores”, el “Dallas Buyers Club”. Para esto cuenta con Rayon, un joven transexual con VIH (Jared Leto), bajo la mirada escéptica pero benevolente de su médica (Jennifer Garner).

“Hablar de la enfermedad desde la perspectiva de un heterosexual nunca se había hecho. (Woodroof) no estaba en una cruzada, sólo trataba de sobrevivir”, explicó McConaughey al promocionar el film en Estados Unidos.

Woodroof, que sobrevivió siete años a la enfermedad, ni siquiera se dio cuenta de que era un pionero en la batalla contra el sida, una dolencia nueva contra la cual los médicos no sabían qué hacer.

“Aquí hay un tipo que no terminó la escuela secundaria, un electricista que se vuelve experto en la enfermedad, y aprende cómo prolongar su vida de una manera saludable”, agregó el actor, de 44 años y oriundo de Texas, para quien la película no trata de la muerte, sino de la vida.

“Nadie quería financiarla”

“Cada vez que leía el guión, pensaba ‘Esta es una película que hay que hacer’. Pero nadie quería financiarla”, explicó McConaughey, quien al recibir el Globo de Oro contó que la historia del “Dallas Buyers Club” fue rechazada 86 veces.

Como subrayó el director del film, el quebequés Jean-Marc Vallée, el libreto “se mantuvo en un cajón durante 18 años. El guión fue escrito en 1992. ¿Qué pasó? Tal vez los años 1990 no eran un buen momento, tal vez era demasiado reciente”, dijo.

La película se rodó finalmente en 25 días a un costo de 5 millones de dólares, un presupuesto muy bajo para los estándares de Hollywood, sin luz artificial y sin un equipo de electricistas.

Para interpretar a Ron Woodroof con la mayor fidelidad posible, McConaughey escuchó sus entrevistas con los guionistas, que habían comenzado a concebir la película cuando el activista seguía vivo. Pero fue la lectura de su diario íntimo lo que le dio la clave del personaje.

“Fue así que tuve la impresión de estar sentado al lado de este tipo solo un sábado por la noche a las 22.30 horas, esnifando cocaína”, dijo.

Jared Leto, también premiado por su actuación de Rayon, dijo por su parte que la decisión de hacer la película fue “casi inmediata”.

“Pensé que era una oportunidad increíble para dar vida a un personaje muy original. Y yo inmediatamente vi el papel como un transexual y no como un travesti”, señaló.

Vallée contó que la primera reunión con Leto fue por Skype. “Tenía una peluca, un vestido, los labios pintados y coqueteaba conmigo”.

El actor se mantuvo día y noche en su papel durante todo el rodaje. “La primera vez que conocí al verdadero Jared Leto fue en la presentación de la película en el festival de Toronto”, dijo el cineasta.

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