China manifestó el martes su cólera después de que la justicia española emitió una orden de arresto contra el ex presidente chino Jiang Zemin y el ex primer ministro chino Li Peng, en el marco de una investigación por supuesto “genocidio” en Tíbet.

“China está profundamente descontenta y se opone enérgicamente a las acciones tomadas sin razón por las instituciones españolas, sin consideración por la posición de China”, declaró Hua Chunying, la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores Chino, en una rueda de prensa.

“Esta cuestión afecta a la buena marcha de las relaciones bilaterales, y por lo tanto nosotros esperamos que el gobierno español sabrá resolver como se debe esta cuestión”, agregó Hua.

Además de Jiang, el juez ordenó el arresto del ex primer ministro Li Peng y de otras tres personas.

El juez español Ismael Moreno, que instruye un caso por supuesto “genocidio” en el Tíbet en los años 80-90, emitió el lunes una orden de busca y captura internacional contra el expresidente chino Jiang Zemin, en plena polémica sobre una reforma de la jurisdicción universal de la justicia.

Moreno retoma el argumento de una anterior decisión de la Audiencia Nacional del 18 de noviembre en favor de emitir una orden de detención contra Jiang Zemin y el exprimer ministro chino Li Peng al considerar que había “indicios de la participación” de los dos hombres en los hechos que se les imputan.

El juez Moreno instruye un caso abierto en 2006, en base al principio de la jurisdicción universal, que permite a la justicia española desde 2005 perseguir crímenes de lesa humanidad como el genocidio, siempre que el caso no esté siendo ya investigado por la justicia en el país concernido.

La justicia española se considera competente para investigar el caso, ya que uno de los demandantes, el tibetano en el exilio Thubten Wangchen, posee la nacionalidad española, y la justicia china no ha abierto ninguna investigación sobre el caso.

La querella había sido presentada principalmente por el Comité de Apoyo al Tíbet (CAT) y la fundación “Casa del Tíbet” contra cincos ex altos cargos chinos, entre ellos Jiang Zemin y Li Peng, por “genocidio, crímenes de lesa Humanidad, tortura y terrorismo contra el pueblo tibetano”.