Los presidentes de la Alianza del Pacífico celebran este lunes la VIII cumbre del grupo que en menos de tres años ha constituido un pacto comercial, pero dejando para más adelante temas como la movilidad de ciudadanos y los aranceles de importantes productos agrícolas.

A la cumbre en Cartagena, sobre el mar Caribe colombiano, donde participará el presidente Sebastián Piñera, su último encuentro con este bloque antes de traspasar el mando a Michelle Bachelet. El presidente de México también participará Enrique Peña Nieto, de Perú, Ollanta Humala y el anfitrión Juan Manuel Santos.

También participa la presidenta costarricense Laura Chinchilla, cuyo país fue ya admitido en el grupo y está a la espera de que entren en vigor los TLC con México y Colombia.

La cita tiene como objetivo firmar el protocolo del acuerdo comercial “que libera de inmediato el 92% del comercio entre nuestros países, liberación que llegará en poco tiempo al 100%”, según anunció esta semana el mandatario colombiano Santos.

La firma de este protocolo comercial para la desgravación arancelaria deja por fuera las compras de azúcar y establece plazos para el 8% restante, principalmente productos agrícolas.

Así, por ejemplo productos sensibles como el maíz contarían con 17 años de gracia en la desgravación, mientras que la carne bovina mantendría durante 10 años más el plazo para levantar los aranceles, según el ministerio de Comercio de Colombia.

La hora de los temas sensibles

Para Michael Shifter, director de Diálogo Interamericano de Washington, la verdadera prueba para la Alianza del Pacífico, que nació en 2011 como un acuerdo de integración entre sus miembros para entrar en el mercado asiático, será ver si en un par de años pueden avanzar en temas clave como la entrada de productos agrícolas y la libre circulación de personas.

“El enfoque desde un principio fue empezar con las cosas fáciles, como la integración de las bolsas de valores, ellos eligieron evitar esos temas complicados y la prueba va a estar en los próximos años”, señaló.

En este sentido, Shifter cree que esta cumbre “será un indicador de cuán bien preparados están para abordar estos asuntos”.

Sin embargo, el experto destaca que la Alianza ha sido muy exitosa y que en pocos años ha logrado grandes avances, al definirse como una estructura de integración flexible, evitando algunos problemas de crecimiento que han enfrentado otros grupos de integración regional como el Mercosur, compuesto por Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela.

“Esta Alianza no es un grupo cerrado, no es un grupo excluyente, ni se opone a otros esfuerzos de integración”, ha resaltado el presidente colombiano.

Costa Rica será el primer miembro no fundador que se integrará a la Alianza del Pacífico, después de ser aceptada en la pasada cumbre celebrada en Cali en 2013.

Sin embargo, aún debe completar antes de su ingreso pleno la tramitación de los tratados de libre comercio con México y con Colombia.

“Yo creería que Costa Rica en este próximo año va a terminar de completar el ajuste a todas las decisiones que ya tiene la Alianza del Pacífico para poder entrar”, dijo esta semana la canciller colombiana, María Ángela Holguín.

La Alianza del Pacífico agrupa a 212 millones de habitantes y tiene un Producto Interno Bruto (PIB) que representa un 36% del total de América Latina,

“Cuando hablamos de 210 millones de habitantes, y más de 2 billones de dólares de PIB, hablamos de una zona económica más grande que Brasil”, destacó el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, al hacer una presentación sobre la proyección del grupo el pasado enero en el Foro Económico de Davos.