El pasado 30 de enero a los 89 años de edad, falleció Arthur Rankin Jr., co fundador de los estudios de animación Rankin/Bass, cuyos especiales navideños basados en canciones tradicionales se han convertido en parte de esta celebración en muchos países del mundo.

Director y escritor, Rankin tuvo sus inicios en la producción de comerciales, para luego asociarse al compositor Jules Bass (actualmente de 78 años) en la creación de una innovadora técnica de animación basada en stop-motion, donde detalladas marionetas eran fotografiadas en distintas poses consecutivas, para luego dar la impresión de movimiento.

Gracias a este trabajoso pero impresionante efecto -en una época sin efectos digitales- los estudios Rankin/Bass lograron dar vida a algunos de los especiales navideños infantiles más memorables del siglo pasado: “El pequeño tamborilero” en 1968, “Frosty, el hombre de nieve” en 1969, “Santa Claus llega a la ciudad” en 1970, y probablemente el más famoso, “Rodolfo, el reno de la nariz roja”.

http://youtu.be/JI8y0mDW54U

“Cuando niño era un gran fanático de ‘King Kong’ y las películas que usaban ese tipo de efectos de animación. Quería que cada detalle estuviera en su sitio. Además, tenia un gusto exquisito”, dijo al New York Times su antiguo colaborador, Maury Laws.

Sin embargo, las obras de Rankin/Bass no se limitaron al campo del stop-motion, sino que también abarcaron la animación tradicional. En 1970 se asociaron al sello Motown para producir las caricaturas de “The Jackson Five”, el grupo de hermanos que tenía entre sus miembros a un entonces joven Michael Jackson. Además, en 1977 crearon una versión animada de “El Hobbit”, una de las historias más conocidas de J.R. Tolkien.

Pero entre sus críticos, uno de los títulos más celebrados de la dupla fue el clásico infantil “El último unicornio”, con las voces protagónicas de Jeff Bridges, Mia Farrow y Angela Lansbury, cuya mezcla de temas mitológicos, filosóficos y metafóricos lo convertían en una asombrosa obra de doble lectura.

http://youtu.be/t3OSEZfzBLU

Además, Rankin/Bass fue el estudio que distribuyó en Estados Unidos la versión animada original de los “Thundercats”, antes de que su propiedad fuera vendida a Lorimar y posteriormente, a Warner Bros.