El parlamento turco aprobó el miércoles una serie de medidas que permiten reforzar el control de internet por parte del Estado, a pesar de las protestas de numerosas ONG que las consideran liberticidas.

La nueva ley permite a las autoridades de telecomunicaciones (TIB) bloquear sin previa decisión de la justicia los sitios de internet que violan la privacidad o publican contenidos “discriminatorios o insultantes”.

La ley también le permite a la TIB requerir que los suministradores de accesos a internet le comuniquen los sitios visitados por los internautas y conservar las informaciones durante dos años.

Las nuevas disposiciones fueron presentadas por un diputado del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) y adoptadas al cabo de un acalorado debate con la oposición, que denunció la “censura” que quiere imponer el Gobierno islamista conservador del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.

El AKP dispone de una mayoría absoluta de 319 escaños en 550.