Agentes de la policía antimotines en Lima, Perú, dispersaron con gases lacrimógenos y varazos a decenas de policías en situación de retiro que marcharon este miércoles hasta al Congreso para exigir mejoras en sus pensiones.

La movilización coincidió con un llamado a una huelga policial que, según una convocatoria en bases policiales, se debía realizar este miércoles, pero que no se concretó, según señaló el Ministro del Interior, Walter Albán.

El objetivo de la marcha era “entregar un memorial al Congreso con demandas en favor de los policías en retiro y en actividad”, declaró Julio Cortejana, uno de los líderes de la protesta, quien afirmó que un suboficial retirado resultó con una fractura en una pierna.

“Hemos sido reprimidos con gases lacrimógenos y no hemos podido entregar al Congreso nuestras demandas”, subrayó Cortejana, presidente de la Federación de Policías Retirados de Perú.

Por otra parte, el ministro Albán asegura que existe absoluta tranquilidad en la policía y que la totalidad del personal cumple sus actividades en forma normal. “Lo que puedan hacer los retirados no tiene nada que ver con el supuesto paro policial que fue un fracaso”, añadió.

La marcha se efectuó en conmemoración del 5 de febrero de 1975, fecha en que miles de policías en actividad se amotinaron y salieron a las calles en protesta contra el gobierno militar del general Juan Velasco. Ese motín generó caos en Lima, dando lugar a saqueos en toda la capital. Esto obligó al régimen de la época a decretar el toque de queda.

Los manifestantes que llegaron este miércoles a las inmediaciones de la sede del Congreso portaban carteles en los que demandaban aumentos a los policías, tanto a los retirados como a los que están en actividad, incluyendo en esto a la policía antimotines.