El lanzamiento del telescopio espacial estadounidense James Webb, sucesor del Hubble y considerado el observatorio más potente que se desplegará en el Espacio, sigue previsto para 2018 según dijo el lunes el jefe de la agencia espacial de Estados Unidos NASA, Charles Bolden.

“Estamos bien encaminados para su lanzamiento en 2018″ como se esperaba, dijo al presentar a periodistas los avances de este proyecto de casi 9.000 millones de dólares, que ha experimentado problemas de gestión en los últimos años.

Los cuatro instrumentos científicos especializados que contiene ya fueron construidos y los 18 segmentos hexagonales de su enorme espejo han sido entregados, explicó Bolden.

El proyecto del James Webb Space Telescope (JWST), que iba a ser lanzado en 2013 e inicialmente debía costar 3.500 millones de dólares, tuvo problemas y retrasos varios, entre ellos una falta de fondos para su desarrollo, que finalmente fueron aprobados por el Congreso.

El JWST será el telescopio más potente fabricado hasta ahora, con una sensibilidad 100 veces mayor que la del Hubble, lanzado en 1990 y que revolucionó la astronomía.

El nuevo telescopio explorará todos los campos de la astronomía y todos los períodos de la historia del universo, desde el Big Bang hasta la formación de galaxias y sistemas estelares en la Vía Láctea, que cuenta con otros planetas capaces de albergar vida.

Podrá estudiar la atmósfera de los exoplanetas situados fuera de nuestro sistema solar, “algo que era todavía impensable hace 10 años”, dijo Bolden.

También será el mayor telescopio desplegado hasta ahora en el espacio, con un espejo principal de un diámetro total de 6,5 metros, casi tres veces mayor que el del Hubble.

El JWST será puesto en órbita a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, mucho más lejos que el Hubble (que está a 600 km), y se prevé que funcione durante una década.